27 julio 2011

Mauro Giulani


El 27 de julio de 1781 nació en Bisceglie el compositor y guitarrista italiano, Mauro Giuliani. Su primer instrumento fue el violoncelo, un instrumento que nunca abandonó completamente a lo largo de su vida. Estudió también el violín, más tarde se dedicó a la guitarra y llegó a ser un virtuoso en poco tiempo.

En 1806 se mudó a Viena donde se hizo famoso, al igual que los mejores de los numerosos instrumentistas que actuaban en la capital austríaca a principios del siglo XIX. Viena es en esta época la capital europea de la música; Giuliani pronto se da a conocer, se introduce en los medios musicales de la ciudad, se relaciona con la nobleza, ejerce como profesor de guitarra, publica obras, da conciertos, es aplaudido y estimado por público, critica y músicos. Obtiene el favor de la archiduquesa María Luisa de Austria, segunda esposa de Napoleón, de quien es "Virtuoso Honorario de Cámara" y profesor de guitarra, y de quien más adelante recibirá el título de "Caballero del Lirio". 

En 1815 actuó con el pianista Hummel (y más tarde con Moscheles), el violinista Mayseder y el violoncelista Merk, en una serie de conciertos de cámara en los jardines botánicos del Palacio de Schönbrunn. Esos conciertos se llamaron "Dukaten Concerte", por el precio del billete, que era de un ducado. En 1815, Mauro Giuliani era también el artista oficial de las celebraciones del congreso en Viena. Dos años antes, el 8 de diciembre de 1813, había formado parte (probablemente como violoncelista) de una orquesta para la primera ejecución de la séptima sinfonía de Beethoven. En Viena colaboró principalmente con el editor Artaria, que publicó la mayor parte de sus obras para guitarra, pero también tuvo relaciones con todos los demás editores locales, que difundieron sus composiciones por toda Europa. Consiguió fama de pedagogo y tuvo entre sus numerosos estudiantes a Bobrowicz y Horetzky.

En 1819 Giuliani se fue de Viena, principalmente por razones personales: su propiedad y sus cuentas bancarias fueron embargadas para pagar a sus deudores. Volvió a Italia, pasando por Trieste, Venecia, estableciéndose finalmente en Roma, donde tuvo poco éxito; publicó algunas composiciones y dió un concierto. A partir de julio de 1823 hizo frecuentes viajes a Nápoles para estar con su padre, que estaba enfermo de gravedad. En ese período, que podríamos llamar el período napolitano de Giuliani, actuó frecuentemente en dúo con su hija Emilia, que se había convertido en una buena guitarrista. A fines de 1828 la salud de Giuliani empezó a decaer y falleció en Nápoles el 8 de mayo de 1829 a los 47 años.

Guitarra Fabricatore que perteneció a Giuliani
Su obra encierra un enorme interés. Digamos ante todo que se le atribuye el haber sido el primero en escribir para guitarra "polifónicamente", es decir, dirigiendo las plicas de las notas en distintos sentidos con el fin de indicar con más precisión las diferentes voces de la obra a ejecutar. (A su hija Emilia se le ha querido atribuir la "invención" de los "armónicos" en guitarra).
Dejó 150 composiciones para guitarra. Entre sus obras más importantes figuran los conciertos para guitarra y orquesta, opus 30, 36 y 70; una serie de fantasías, opus 119-124, "Les Rossinianes", varias sonatas para violín y guitarra, un método, un quinteto, y algunos dúos para voz y guitarra.

Obras destacadas:



Se ha dicho y escrito reiteradamente que Mauro Giuliani estuvo en Londres, en París, incluso en Moscú, pero todo ello no ha podido comprobarse; en cuanto al último dato, parece una clara confusión con su propio hermano que residía en Rusia. La noticia del óbito en el "Giomale del Regno delle Due Sicile" del 14 de mayo de 1829 le califica de "famoso suonator di chitarra, che si trasformava nelle sue mani in un istrumento emulo delVarpa, dolcemente molcendo i cuori".
En la Italia de la primera mitad del siglo XIX abundaron los excelentes guitarristas, entre ellos Carulli, Carcassi, Legnani, Molino, Zani de Ferranti, Regondi, etc., y quizás no sería exagerado considerar a Mauro Giuliani el mejor de todos; fue, cuando menos, el que más significación tuvo en la historia y evolución de la guitarra.

Como la mayoría de los guitarristas de esta época, se interesó también Giuliani por el aspecto pedagógico del instrumento; ya su op. 1 es un "Método pratico per chitarra en 4 partí" (1798). Muy prolífero, aparte de sus numerosos estudios y ejercicios, nos dejó un impresionante catálogo comprendiendo tanto obras para guitarra sola como para ésta incluida en la música de cámara y tres conciertos (en las camerísticas, algunas par "chitarra terza").
La obra completa de Mauro Giuliani está siendo hoy editada  en facsímil por Tecla Editions, de Londres, recogida por Thomas F Heck.

Es éste sin lugar a dudas el mayor erudito sobre Mauro Giuliani, quien en 1970 elaboró una tesis en la Universidad de Yaie, en dos volúmenes con el título "The Birth of the Classic Cuitar an its Cultivation in Vienna, reflected in the Career and Compositions of Mauro Giuliani"; Thomas F. Heck prosiguió desde entonces sus investigaciones, publicando sus resultados en revistas especializada como "Guitar News", "Guitar Review", "Soundboard","!! Fromino", etc.
Un dato curioso: la primera revista guitarrística que conocemos editada en Londres en 1833, lleva por título "The Giulianiad", en homenaje al guitarrista italiano. Existe otra revista especializada de Alemania (1983) que se denomina "Nova Giulianiad".

    Enrique Granados


    El 27 de Julio de 1867 nació en Lérida el compositor y pianista español Pantaleón Enrique Joaquín Granados y Campiña, más conocido como Enrique Granados. Siendo todavía un niño murió su padre y un amigo de éste se encargó de su primera educación musical. Al trasladarse su familia a Barcelona ingresó en la escolanía de la Merced y tuvo a Joan B. Pujol como profesor de piano. A los dieciséis años conseguía su primer premio de la Academia Pujol interpretando a primera vista una sonata de Schumann. Estudió también armonía y composición con el maestro Felipe Pedrell. Por aquella época se vió obligado a alternar sus estudios musicales con un empleo como pianista en el antiguo café barcelonés de las Delicias.

    En 1887 marchó a París donde convivió con el también pianista catalán Ricardo Viñés y llegaría a ser muy amigo de Satié, Debussy y tantos otros músicos franceses. La intención de Granados era ingresar en el conservatorio de la capital francesa, pero unas fiebres le impidieron presentarse a las pruebas de admisión.
    Pasados los años de estancia en París, regresó a Barcelona y obtuvo en 1890 su primer triunfo con un memorable concierto ofrecido en el teatro lírico de la capital catalana. En 1912 empezó a componer para piano una serie de obras de corte romántico en los que puso de manifiesto su admiración por Schumann y Chopin. Su interés por la música popular española no tardó en despertarse, siguiendo con ello una inclinación que le estimularía el músico Pedrell. Así surgieron su “Álbum de piezas sobre aires populares” y su primera obra maestra: “las 12 Danzas españolas”, cuyo primer cuaderno apareció en 1892 suscitando los más elogiosos comentarios de músicos como Grieg, Saint-Säens, Béirot y Massenet, quien al referirse a él hablaba del “Grieg español”.

    La serie completa de las 12 “Danzas españolas” (1890) para piano, se trata de una de las obras más importantes de Granados y tal vez la más célebre entre todas ellas. Es ahí donde se muestra por primera vez la personalidad genial del compositor catalán. El estilo pianístico resulta muy cercano a Chopin y muy impregnado de la música popular de las diversas regiones españolas que intentó evocar.
    En 1900 fundó en Barcelona la “Sociedad de Conciertos Clásicos”, de cuya orquesta fue director. Su actividad como concertista era entonces muy intensa, dando recitales en París y en ciudades españolas. Actuó junto a Matats y Vidiella y colaboró en concierto con Joan Marén, J.E. Risten, Camille Saint Saëns, Jacques Thibaud y Pau Casals. Por estos años creó su propia Academia de Música en la que se han formado notables pianistas y figuras tan relevantes como Frank Marshall y Alicia de Larrocha. Su aportación quedó plasmada en un interesante “Método teórico-práctico para el uso de pedales del piano”.

    Su colaboración en el mundo teatral catalán no fue nada despreciable. Ya en 1897 había puesto música a una pequeña comedia del fundador y director del Teatre Intim, Adriá Eval. En 1901 compuso una zarzuela catalana, colaboró además en “Follet” en el Liceo barcelonés en 1903 y en "Gaziel", poema dramático con el que se inauguraron en Octubre de 1906 los “Espectadores Granen”. Al año siguiente empezaría la composición de un poema sinfónico, “Dante”, inspirado en la “Divina Comedia” del poeta florentino, cuya versión inacabada se estrenó en sesión privada en el Palau de la Música Catalana.
    Otras obras suyas para el teatro tuvieron “Petrarca” y el poema lírico “Liliana”- estrenado en el palacio de Bellas Artes de Barcelona - aparte de la ópera “Goyescas”, que sería finalmente estrenada en Nueva York. Pero donde demostró Granados mejores dotes como compositor fue en su producción pianística. El punto culminante de su carrera artística en este sentido lo constituyen las “Goyescas”, en su forma original para piano solo, y las “Tonadillas en estilo antiguo”, para soprano y piano.


    La obra “Goyescas” consta de dos series. La primera fue estrenada por el propio compositor en 1911 en el Palau de la Música de Barcelona. El estreno parisiense de la obra completa fue en Abril de 1914 en la Salle Pleyel, junto con las “Tonadillas”, en un memorable concierto organizado por la Societé Musicale Indépendente.

    El éxito fue tan rotundo que el director de la Ópera de París le pidió que transformara la suite en una ópera ofreciéndole su estreno en París. Granados se dedicó a esta misión desde su retiro en Suiza. Pero al final la ópera no llegó a estrenarse en París por culpa de la Guerra Mundial y el compositor aceptó la invitación del “Metropolitan Opera House” neoyorquino para que la obra se estrenara allí el 28 de enero de 1916. Se trata de una obra llena de ritmo y muy colorista, de estructura muy compleja. Intenta reflejar el ambiente de las clases populares del Madrid de fines de siglo XVIII; el mundo de los tapices de Goya y de los sainetes de Ramón de la Cruz, el mismo universo de “majos” y “majas” que estiliza en sus Tonadillas.

    En cuanto a su obra de madurez, las “Tonadillas en estilo antiguo” se estrenó en el retenido concierto de la Salle Pleyel de París, corriendo a cargo de la soprano Madame Polack la parte del canto. Se trata de una obra íntimamente emparentada con “Goyescas”, de la que incluso recoge algunos temas melódicos. Compuso otras canciones con acompañamiento de piano. Destaquemos las “12 Canciones amatorias”, basadas en textos del Cancionero español, la “Elegía eterna”, en catalán, y el “Cant de les Estrelles”.
    Tras el triunfal estreno de “Goyescas”, Granados fue invitado por el presidente Wilson a dar un concierto en la Casablanca, por lo que perdió su pasaje de regreso en un buque español y volvió a Europa en un barco de vapor inglés, el “Sussex”, que fue torpedeado por un submarino alemán en el canal de la Mancha, entre Folkestone y Dieppe, pereciendo Granados junto a su esposa bajo las aguas en la tarde del 24 de marzo de 1916.

    Obras relevantes: