27 mayo 2012

Fromental Halévy


El 27 de mayo de 1799 nació en París el compositor, escritor y profesor, Jacques François Fromental Élie Halévy, conocido por lo general como Fromental Halévy. Su padre, de apellido Lévy, originario de Fürth (Baviera), era maestro de escuela y poeta, su madre Julie Meyer era de la localidad francesa de Malzéville, cerca de Nancy. En el año 1807, la familia de ascendencia judía, cambiará el apellido por el de Halévy.

A la edad de 7 años entra en el Conservatorio de París donde tendrá como maestros a Félix Cazot (solfeo), Lambert (piano), Henri Berton (armonía), Étienne Nicolas Méhul y Luigi Cherubini (contrapunto). Con este último estableció una amistad que duró toda su vida. En 1817, obtiene el primer “Segundo Premio” de Roma y dos años más tarde el Primer “Gran Premio”. En 1827 será nombrado profesor de armonía del Conservatorio y, un poco más tarde impartirá clases de contrapunto y composición. Compondrá un gran número de óperas, pero solamente “La Juive” (Eleazar - Jose Carreras, Rachel - Julia Varady, Leopold - Dalmacio Gonzalez, Eudoxie - June Anderson & Brogni - Ferruccio Fulnaretto) grand opéra en cinco actos sobre un libreto de Eugène Scribe, se sigue interpretando actualmente.

Contrajo matrimonio con una mujer artista y culta, hija de un banquero, Léonida Rodríguès, con la que tuvo dos hijas Halévy falleció en Niza el 17 de marzo de 1862. Además de su inspiración como músico, tenía también verdadero talento como escritor, y bajo el seudónimo de Gervasius escribió varias cartas sobre música y un Tratado de Contrapunto y Fuga firmado por Luigi Cherubini. Como profesor tuvo como alumnos muy destacados a Charles Gounod, Camille Saint-Saëns, Victor Massé, François Bazin y Georges Bizet, casado con su hija en 1869.

Obras destacables
De entre las 36 obras que escribió para el teatro, las más aplaudidas serán “Guido et Ginebra” o la “Peste de Florence” sobre un libreto de Scribe (1838), “La Reine de Chipre” sobre un libreto de Saint-Georges (1841) y “Charles VI” (Hjördis Thébauly soprano & Pierre-Yves Pruvot barítono) sobre un libreto de Casimir y Germain Delavigne (1843). Entre sus óperas cómicas citaremos: Su gran ópera “La Juive”, estrenada en la Ópera de París en 1835, lo consagró como un gran compositor operístico y rivalizaba con Giacomo Meyerbeer, “L’Eclair” (1835), “Les Mousquetaires de la Reine” (1846), “Le Val d’Andorre” (1848) y “La Tempesta” (1850). Su obra comprende también algunas cantatas, diversas piezas de música vocal y un “De Profundis” para la ceremonia fúnebre del Duque de Berry. Halévy también escribió para ballet, proporcionando música incidental para una versión francesa del “Prometeo encadenado” de Esquilo y asimismo escribió diversas cantatas.

La Juive (1835):
El libreto relata la historia del orfebre judío Eleazar, cuya hija (Rachel) se enamora de un príncipe cristiano (Leopold), casado con una celosa princesa (Eudoxie), y que se hace pasar por judío en la Suiza del siglo XV, cuando las relaciones entre judíos y cristianos estaban castigadas con la pena de muerte. Descubierta la condición de cristiano de Leopold por Eleazar, éste consiente a regañadientes que se casen, pero Leopold se niega a contraer matrimonio con una judía y huye. Rachel denuncia que Leopold ha tenido relaciones con una judía y son apresados los amantes y Eleazar. Los judíos pueden salvarse si renuncian a su fe, pero se niegan y finalmente mueren en una cuba de aceite hirviendo.

Caruso como Eleazar
El rol de Eleazar se convirtió en uno de los favoritos de tenores de todos los tiempos como Nourrit, Caruso, Martinelli, Tony Poncet o Richard Tucker. "La judía" disfrutó de un éxito internacional comparable al de las grandes óperas de Meyerbeer. La obra también se usó para la inauguración del recientemente construido Palais Garnier en París en 1875. La ópera fue producida por la Metropolitan Opera de Nueva York en 1919 como un vehículo para su tenor estrella, Enrico Caruso “Rachel quand du Seigneur”. Eléazar fue el último papel que Caruso cantó antes de su muerte prematura en 1921. Giovanni Martinelli sucedió a Caruso en el papel en el Met, y tanto él como Caruso grabaron extractos de esta ópera.


- “O Dieu, Dieu de nos pères” (The Vienna State Opera & Eléazar - Neil Shicoff, Rachel - Krassimira Stoyanova, Léopold - Jianjy Zhang)

Cornélie Falcon como Rachel en 1835
- Aria "Il va venir", dueto y escena Acto 2. (Vienna State Opera &
Krassimira Stoyanova, Jianyi Zhang, Neil Shicoff)
- Duetto (Princess Eudoxie: Elizabeth Futral, Rachel: Soile Isokoski, dir. Marcello Viotti & MET)
- “Mon doux seigneur et maitre” (Bolero) (June Anderson)
- Selección Actos III, IV y V (Eleazar - Jose Carreras, Rachel - Julia Varady, Leopold - Dalmacio Gonzalez, Eudoxie - June Anderson, Brogni - Ferruccio Fulnaretto).
- “Va prononcer ma mort... Rachel, quand du Seigneur...” Acto 3 (The Vienna State Opera & Eléazar - Neil Shicoff)

ÉLÉAZAR
Va prononcer ma mort,
Ma vengeance est certaine.
C'est moi qui pour jamais
Te condamne a gémir!
J'ai fait peser sur toi
Mon éternelle haine
Et maintenant je puis mourir.
Mais ma fille... ô Rachel!
Quelle horrible pensée
Vient déchirer mon coeur.
Délire affreux, rage insensée,
Pour me venger
C'est toi qu'immole ma fureur

Air

ÉLÉAZAR
Rachel, quand du Seigneur
La grâce tutélaire
À mes tremblantes mains
Confia ton berceau,
J'avais à ton bonheur voué ma vie entière.
Et c'est moi qui te livre au bourreau!
Mais j'entends une voix qui me crie:
Sauvez-moi de la mort qui m'attend!
Je suis jeune et je tiens à la vie,
Ô mon père, épargnez votre enfant!


ELEAZAR
Ve y ordena mi muerte,
¡pero mi venganza será segura!
¡Soy yo quien para siempre
te condena a lamentarte!
He cargado en ti
el peso de mi odio eterno
y ahora ya puedo morir.
¡Pero, mi hija!... ¡Oh, Raquel!
¡Qué horrible pensamiento
viene a desgarrar mi corazón!
¡Delirio terrible, rabia insensata,
para cumplir mi venganza,
es a ti a quien inmola mi furor!

Aria

ELEAZAR
Raquel, cuando la gracia
protectora del Señor
a mis manos temblorosas
confió tu cuna,
consagré mi vida entera a tu felicidad.
¡Y soy yo quien te entrega al verdugo!
Pero oigo una voz que me grita:
¡salvadme de la muerte que me espera!
¡Soy joven y me aferro a la vida!
¡Oh, padre mío, salvad a vuestra hija!

Gustav Mahler, refiriéndose a esta ópera, llego a declararse “abrumado por tan maravilloso y majestuoso trabajo” afirmando que era “una de las mejores óperas que jamás se haya creado”. Y Richard Wagner dijo que “contiene por una parte todos los encantos de la escuela francesa y por otra unas significativas y bellas huellas del espíritu de Beethoven, o sea, la quintaesencia de la escuela alemana”.

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