25 mayo 2012

LP 'Tubular Bells'


El 25 de mayo de 1973 se publicó en el Reino Unido, 'Tubular Bells', el album debut de Mike Oldfield y el primero en aparecer bajo el sello Virgin Records, propiedad de Richard Branson. Alcanzó enseguida el nº1 de las listas inglesas y permaneció en él varios meses. Su uso en la banda sonora de 'El Exorcista' contribuyó poderosamente al éxito y en los dos primeros años de ser puesto a la venta ya había vendido más de 16 millones de copias.

The Manor
Richard Branson había ganado suficiente dinero con su servicio de venta de discos por correo y con su tienda de Londres para permitirse construir un estudio de grabación en una mansión al norte de Oxford. The Manor Studio fue el primer estudio-residencia de Inglaterra siguiendo el ejemplo del músico francés Michel Magne en el Château d'Hérouville, cercano a Paris. En él pretendía Branson comenzar la andadura de su nuevo sello discográfico, Virgin Records. (El nombre se lo sugirió un colaborador, opinando que, como todos eran novatos en el negocio, era el más adecuado).

Mike en 1972
Por otro lado, Mike Oldfield, un músico de la escena folk, que ya había grabado algunos discos formando dúo con su hermana Sally, trataba de que alguien tomara en consideración la maqueta de un proyecto musical compuesto con 17 años, que llevaba entre manos. "Llevé mis cintas a varias compañías pero todos me miraban como si estuviera loco. Decían que así, sin voces, ni letra, ni batería no se podía poner en el mercado." Hasta que Tom Newman y Simon Heyworth, ingenieros de sonido del recién inaugurado estudio de Richard Branson, escucharon el trabajo de Oldfield.

Tom Newman
Les gustó tanto que llevaron las cintas a su jefe para convencerle, y Branson accedió. En los seis meses siguientes, Mike se encerró en el estudio y grabó 80 pistas de audio usando 28 instrumentos distintos que interpretaba él mismo. Sólo intervinieron tres músicos de estudio (percusión, oboe y flauta). El resultado fue 'Tubular Bells' un collage de guitarras, teclados y campanas perfectamente ensamblado en una magnífica obra musical revolucionaria de 49 minutos.

Simon Heyworth
Branson, sin embargo, no estaba tan entusiasmado. Estaba empeñado en que hubiera una parte cantada para poder sacar un single. Oldfield recuerda: "Me entró un arranque de rebeldía y dije: '¿Quieres una parte cantada? Pues yo te la daré'. Así que me bebí media botella de Jameson y le dije al ingeniero que me acercara al estudio. Allí me desahogué ante el micrófono durante diez minutos dando alaridos y gruñendo como un oso". Esa fue la 'parte cantada' que permaneció en la parte 2 de Tubullar Bells.

Mike Oldfield
"El nombre fue lo último que decidimos. Yo no tenía ni idea y Richard quería llamarlo 'Breakfast in bed' (Desayuno en la cama) porque tenía una foto de un huevo pasado por agua con sangre fluyendo de su interior que le parecía espectacular como portada. Yo lo odiaba, pero cuando le sugerí 'Tubular Bells', el seguía obsesionado con 'Breakfast in Bed'. Prácticamente tuve que suplicarle"


'Tubular Bells' se desarrolla a través de diferentes ideas que van evolucionando, concatenando o fusionándose a lo largo del disco, combinando diversos matices e instrumentos musicales, generando un clima diverso en cada sección, desde lo misterioso, épico, triste, alegre o nostálgico, culminando en una alegre y rápida melodía ejecutada en guitarra acústica, arreglo de un tema tradicional.

Vivian Stanshall
El 'maestro de ceremonias' es la voz (Vivian Stanshall) que va nombrando uno a uno los instrumentos que intervienen en el disco, mientras que estos van haciendo su aparición y se van uniendo uno tras otro, a la melodía principal. El último instrumento es muy especial: "plus... Tubular Bells!". Vivian Stanshall era miembro del famoso grupo cómico-musical inglés The Bonzo Dog Doo-Dah Band, que se encontraba en los mismos estudios en los que 'Tubular Bells' estaba tomando forma, y se prestó voluntario a poner su voz en esta parte del disco.


Tubular Bells fue a la vez el primer lanzamiento discográfico de la Virgin y el disco que logró introducir y consolidar la discográfica, siendo uno de sus discos más vendidos. Permaneció 279 semanas en las listas británicas, las cuales escaló lentamente, tardando casi un año en alcanzar el nº1. Cuando por fin alcanzó el puesto de honor, lo hizo desbancando el segundo trabajo de Oldfield, 'Hergest Ridge', que había logrado el nº1 tres semanas antes.

En los primeros años de salir a la venta se registraron cerca de 16 millones de copias vendidas en todo el mundo, mayormente en Europa, y la crítica alabó la calidad y originalidad de la obra. El éxito de este disco fue tal que fue utilizada parte de la música para ser incluida como banda sonora de la película 'El Exorcista'. A Oldfield, que no había sido consultado, no le agradó demasiado la maniobra, pero fue precisamente la popularidad adquirida por la película, la que le abrió las puertas del mercado estadounidense. Desde entonces -por la asociación de la música con el film- las primeras notas de 'Tubular Bells' adquirieron en la cultura popular connotaciones de música de terror.

El éxito sorprendente logrado por Tubular Bells hizo millonario a Oldfield a los veinte años, pero también le significó una situación que terminó abrumando al artista, sumado a problemas personales, como la temprana muerte de su madre, que generó en él un inicial rechazo a la sobreexposición en los medios, una actitud que ha sido característica en él desde entonces.

Campanas tubulares
La portada de Tubular Bells ha pasado a la historia de la música, y su nacimiento fue bastante curioso: Oldfield toca este instrumento al final de la primera parte, pero en vez de usar los tradicionales martillos de madera, golpeó las campanas con uno de hierro. "Realmente quería un sonido como de campanario de iglesia, un sonido fuerte, así que decidí usar esos martillos de hierro. Golpeé las campanas después de tomar carrerilla por todo el estudio". Como era de esperar, las campanas se destruyeron, doblándose sobre sí mismas. Esto le hizo a Mike tener una idea para la portada. Fue entonces cuando llamaron a Trevor Key, un fotógrafo especialista en objetos metálicos, quien dio forma final a la famosa campana tubular que representa hoy en día todo un símbolo: es el 'símbolo Mike Oldfield'. Él mismo lo eligió cuando creó su propia compañía de discos, Oldfield Music LTD.


'Part One' – 25:00
'Part Two' – 23:50


Mike Oldfield 
Piano de cola y honky tonk; carillón; órganos Hammond, Farfisa y Lowrey; bajo; guitarras eléctricas, acústicas y española; mandolina; percusión variada; flageolet y campanas tubulares.

Steve Broughton – Baterías
Sally Oldfield – Voces
Mundy Ellis – Voces
Jon Field – Flautas
Lindsay Cooper – Oboe
Vivian Stanshall – Maestro de ceremonias

Producción: Mike Oldfield, Simon Heyworth y Tom Newman
Ingenieros de grabación:  Simon Heyworth y Tom Newman 

Además de las diversas reediciones y remasterizaciones que aparecieron en los años posteriores, en 2003 se grabó una nueva reedición completa del disco. Oldfield nunca había estado del todo contento con la grabación original ya que sólo había tenido unas pocas semanas para grabarlo y la tecnología de por entonces no le ofrecía lo que él necesitaba. Como consecuencia, no se pudieron arreglar algunos errores y algunos instrumentos no estaban en el tono adecuado en la grabación de 1973. Debido a razones contractuales, no se pudo hacer ninguna otra grabación hasta 25 años después. El lanzamiento de Tubular Bells 2003 coincidió con el 50º cumpleaños de Oldfield y el 30º aniversario del lanzamiento de la versión original.

Para continuar siendo fiel al álbum original, Oldfield se hizo con una copia del original de 16 pistas gracias a Richard Barrie de Air Studios: estos se grabaron en formato Digidesign Protools. Sin embargo, faltaban algunas partes, como por ejemplo secciones de 'Finale', de 'Caveman' y 'The Sailor Hornpipe'. Las versiones originales se llevaron a Logic Pro, donde Oldfield usó MIDI para crear un 'mapa' del tiempo y del compás, ya que había secciones que no estaban dentro del tiempo. Debido al uso de tecnología digital, 'Tubular Bells 2003' tuvo un sonido mejor sintetizado y brillante que el original. Ya que Vivian Stanshall, el maestro de ceremonias en la versión de 1973, había muerto, Oldfield contrató a John Cleese para que hiciera el papel introduciendo los instrumentos en 'Finale'.