21 noviembre 2012

Coleman Hawkins


El 21 de noviembre de 1904 nació en St. Joseph (Missouri) el saxofonista tenor de jazz Coleman Hawkins. Si uno escucha las grabaciones de cualquier saxofonista de los últimos sesenta años, uno podrá percibir la influencia de Coleman Hawkins, el 'padre del saxo tenor'. Como escribía Joachim E, Berendt en su ensayo, "hubo otros saxofonistas tenores anteriores a él, pero el instrumento no estaba todavía considerado en el jazz". Artista lleno de contradicciones, en la primera parte de su carrera redefinió el papel del saxo con solos profundos y atrevidos, sin embargo en años posteriores odiaba escuchar estas grabaciones. Aunque ayudó al surgimiento del bebop nunca se posicionó realmente con el estilo y, a pesar de ser un auténtico músico de jazz, no siguió el autodestructivo camino que llevó a la muerte temprana o a la pobreza extrema a muchos de sus contemporáneos. Cuando murió en 1969 fue llorado en su funeral por todo músico de jazz destacado de aquel tiempo, así como por masas de seguidores que se agolpaban en las calles adyacentes para rendir tributo al gran músico norteamericano, apodado cariñosamente 'Bean'.

Los padres de Hawkins amaban la música, especialmente su madre, que era pianista y organista. Cuando cumplió los cinco años, Hawkins comenzó a recibir clases de piano clásico, además de violonchelo. Cuatro años más tarde descubrió el saxofón. Asistió a la high school en Chicago y Topeka (Kansas) y más tarde se matriculó en el Washburn College de Topeka para estudiar composición y armonía durante dos años. Con catorce años ya dominaba con destreza el saxofón y estaba tocando por el este de Kansas.

Mamie Smith y los Jazz Hounds
En 1922 consiguió su primer trabajo profesional cuando fue contratado para los Jazz Hounds, la banda de Mamie Smith. Garvin Bushell, uno de sus integrantes recuerda la destreza de aquel adolescente no sólo con el saxo, también leyendo música al instante, cumpliendo todos los requisitos de un gran profesional. El mes de mayo de ese año realizó su debut discográfico en el tema 'Mean daddy blues' de Mamie Smith, en el que se le reservó un papel estelar.

Fletcher Henderson big band
La experiencia y seguridad que adquirió Coleman en las giras con Mamie Smith le permitieron sentirse con la suficiente confianza como para dejar la banda y adentrarse en el circuito neoyorquino de los cabarets de Harlem, que en aquella época bullía con numerosas ofertas de trabajo y competitivas jams que se organizaban por doquier. En una de aquellas jams fue descubierto por Fletcher Henderson, quien lo contrató para su big band, una de las más populares de los años veinte. Hawkins no tardó en destacar como un músico de un talento excepcional, incluso entre los muchos otros grandes talentos de la banda. Sólo contaba 20 años, ganaba mucho dinero y en Nueva York se ganó el sobrenombre de 'King of the Sax'. También recibió el apodo de 'bean' por la forma de su cabeza. Muy sofisticado, procuraba ir vestido a la última, lo que no pasaba desapercibido entre las mujeres de su círculo que encontraban en Coleman un acompañante irresistible y encantador.


En 1924 se unió a la banda de Henderson un trompetista llamado Louis Armstrong quien, aunque nunca llegó a hacer buenas migas con Hawkins le supuso al saxofonista un desafío musical asi como una poderosa influencia en el fraseado y ritmo de los solos, que Hawkins -aunque le costara admitirlo- incorporó a su técnica. Esta dinámica se repetiría años más tarde con su rival del saxo Lester Young. Mientras con Armstrong las diferencias parecían ser personales (jamás cuestionó el talento del trompetista), se consideraba incapaz de comprender qué veía la gente en la música de Young. En 1926 grabó el solo de 'Stampede' en el que ya se percibía su cambio de estilo.

Con Reinhardt en Europa
En 1934, tras once años en las filas de la orquesta de Fletcher Henderon, Hawkins realizó un viaje de cinco años por Europa, una experiencia tan enriquecedora para el músico que prometió volver en años posteriores. En un principio sólo tenía ofrecimientos para tocar en el Reino Unido, pero los shows tuvieron tal éxito que le llovieron ofertas para actuar durante un año por el continente. A continuación viajó a Escandinavia donde tampoco paró de recibir elogios. Hizo numerosas y duraderas amistades y admiró la cultura, el arte y el teatro europeos. También realizó grabaciones con Benny Carter, Django Reinhardt y Stephan Grappelli.


Cuando la atmósfera política y social pareció enturbiarse en el Viejo Continente, Hawkins decidió volver a Estados Unidos donde se le recibió triunfalmente. Las noticias de sus éxitos europeos habían cruzado el Atlántico y Coleman formó su propio grupo de nueve músicos, entre los que se encontraban sidemen como Thelonious Monk, Oscar Pettiford, Miles Davis y Max Roach, y se estableció como grupo residente en el club neoyorquino Kelly's Stable.

No tardó en recibir una oferta para grabar y en octubre de 1939 entró con su banda en el estudio para registrar una de las piezas más famosas de la historia del jazz. Según muchos músicos de aquel tiempo, el día después de publicarse 'Body and soul', todo el mundo hablaba de ello. El cadencioso y dinámico solo de Hawkins era una obra de arte incomparable nunca sugerida antes y que cambiaría el modo de ejecutar los solos a partir de aquel momento.

Para entonces la era de las big band estaba en su apogeo y Hawkins, espoleado por el éxito de 'Body and soul', pasó con su orquesta a tocar en el Savoy. Sin embargo, Hawkins nunca fue un buen gestor u hombre de negocios organizado, por lo que su banda no alcanzó el éxito y la popularidad de otras como las de Duke Ellington o Count Basie. Tras finalizar su contrato con el Savoy, las actuaciones comenzaron a escasear y Coleman se trasladó a Chicago para dirigir una big band en Dave's Swingland. Durante su estancia en Chicago realizó sesiones en el sello Apollo junto a Dizzy Gillespie y Max Roach que han sido consideradas las primeras grabaciones del bebop.

A pesar de los esfuerzos de los críticos y fans de encasillar a Hawkins en una determinada corriente o escuela, el músico nunca se sintió cómodo en un solo estilo, incluido el bebop. Aunque su medio natural era el jazz, tampoco abandonó la música clásica, la cual ejecutaba -al piano- en su casa, al mismo tiempo que mantenía una formidable colección de vinilos de opera y música clásica. Estaba particularmente fascinado con Bach, a quien citaba a menudo como el ejemplo de un verdadero genio.

En 1947 las actuaciones y la atmósfera próspera y boyante de la calle 52 comenzaron a declinar y Coleman decidió cumplir su vieja promesa de volver a Europa y viajó a Paris, donde fue calurosamente acogido por aquellos que aún recordaban su estancia diez años antes. Los siguientes años los pasó a caballo entre Nueva York y Paris, a menudo tocando con Jazz at the Philarmonic, donde lideraba un grupo de leyendas del jazz. Durante todo este tiempo no dejó de grabar aquí y allá como 'Picasso', una de las primeras grabaciones comerciales de un saxo sin acompañamiento. Su legado discográfico es inmenso.


Tocando en estudio o en directo, Hawkins no sólo era popular entre el público, también entre sus colegas músicos que lo respetaban con veneración. Muchos de ellos, independientemente del instrumento que tocaran, habían escuchado el solo de 'Body and soul' tantas veces como fuera necesario para memorizarlo y seguían atentos los nuevos solos de 'Bean' para cazar nuevas gemas musicales aprovechables.

El pianista Roland Hanna lo definió como 'un músico completo': "Podía tocar al instante lo que oyera, podía improvisar a cualquier tempo, en cualquier tono y era capaz de leer cualquier partitura sin equivocarse".
En los años cincuenta Hawkins estaba considerado pasado de moda, pero a mediados de la década experimentó un renacimiento. Sonny Rollins confesó que Coleman había sido su mayor influencia y Hawk demostró estar en plena forma cuando apareció en 1957 en el Newport Jazz Festival con Roy Eldridge en formato quinteto.

En los años sesenta tuvo la oportunidad de grabar un álbum con Duke Ellington, 'Duke Ellington Meets Coleman Hawkins', colaboró con Sonny Rollins en una sesión algo excéntrica, ('Sonny Meets Hawk!') e incluso grabó un álbum de bossa nova: 'Desafinado'. En 1966 apareció 'Wrapped Tight', su última obra reseñable. Después, ya fuera senilidad o frustración, Coleman perdió el interés por la vida, dejó de comer regularmente y comenzó a beber más de lo necesario. Murió de una neumonía el mes de mayo de 1969 a los 64 años.

Francisco Tárrega


El 21 de noviembre de 1852 nació en Villarreal (Castellón) el compositor y guitarrista español Francisco de Asís Tárrega y Eixea, siendo uno de los máximos ejemplos en la historia de la música en dedicación y consagración de una vida a un instrumento, que por aquel entonces era la humilde y menospreciada guitarra española.

Guitarra Torres de 1858
Como hijo mayor de una familia numerosa y modesta. Tárrega estudió guitarra y piano durante su infancia, no sin poco sacrificio, pues la mala situación económica de su familia hizo que tuviese que contribuir tocando la guitarra en bares y cafés y más tarde el piano en un casino. Es en esta época cuando, gracias al dinero de un mecenas local, Tárrega compra una guitarra hecha por Antonio de Torres, el luthier que revolucionó la forma de hacer guitarras con una serie de innovaciones que mejoraron sensiblemente la calidad y sonoridad del instrumento.
Con 22 años se matricula en la Escuela Nacional de Música y Declamación, donde es animado por los profesores a dedicarse por entero a la guitarra. Sus recitales le dan fama internacional pero Tárrega no quiere o no puede convertirse en un gran concertista. A pesar de su éxito, él prefiere los auditorios pequeños, ante un público de amigos y admiradores donde él se encontraba verdaderamente cómodo.

En 1880 da un concierto en la ciudad alicantina de Novelda, impactando con su interpretación a María Rizo, hija del acaudalado Vicente Rizo. La simpatía, hermosura y sencillez de María, sumadas a sus dotes como guitarrista impresionaron a Tárrega. Tras una triunfal gira por Francia y Londres, contrajeron matrimonio en 1881, renunciando a la tradicional dote a causa de los maliciosos rumores sobre el interés de Tárrega por la fortuna de la familia Rizo. En 1884, tras numerosos recitales en Barcelona, se instalan en la Ciudad Condal, que le ofrece mayores oportunidades para vivir con holgura, sin prescindir de sus giras, siendo cada vez  más solicitado.
En Valencia conoció a Conxa Martínez, rica viuda que lo tomó bajo su protección artística, y le ofreció a él y a su familia una casa en Barcelona. Allí es donde Tárrega compuso la mayoría de sus obras maestras, pero la viuda se enamoró del compositor sin ser correspondida, y, sintiéndose despechada, echó al compositor, a su mujer y a sus hijos de la suntuosa casa; no obstante, tres años antes de la muerte de Tárrega, ayudó desinteresadamente a la familia.

De vuelta de un viaje a Granada escribió el trémolo “Recuerdos de la Alhambra”, y en Argelia le llegó la inspiración para componer “Danza mora”. Allí conoció a Camille Saint-Saëns y más tarde, en Sevilla, escribió la mayor parte de sus Estudios. A su querido amigo y compositor Tomás Bretón le dedicó el hermoso “Capricho árabe”. A partir de 1885 vivirá en Barcelona dedicado a la enseñanza con alumnos como Miguel Llobet o Emilio Pujol, labor de vital importancia para el asentamiento de la técnica moderna de guitarra clásica que Tárrega creó, ya que no llegó a concluir su proyectado método de guitarra y su forma de tocar nos ha llegado a través de sus alumnos. Murió el 15 de diciembre de 1909.


La labor de Tárrega se centró en cubrir las dos carencias principales que tenía la guitarra: la falta de repertorio y la inadecuación de las obras que se interpretaban con la técnica del instrumento.

Para ello realizó numerosas transcripciones, tanto de compositores clásicos como de contemporáneos suyos como Granados o Albéniz (quien dijo, tras oírle tocar algunas obras suyas, que sonaban mejor a guitarra que a piano) además de fantasías sobre temas de ópera, variaciones o arreglos de temas populares y por supuesto, composiciones propias. Desarrolló además un virtuosismo técnico extraordinario, repleto de innovaciones y que por fin se adaptaba a las características de la guitarra.

Tárrega por Vicent Castell (1904)
Aparte de sus obras originales para guitarra, arregló piezas de otros autores para este instrumento, como algunas de Ludwig van Beethoven, Frédéric Chopin, Felix Mendelssohn y la famosa 'Serenata Española' del catalán Joaquim Malats. Como otros de sus contemporáneos españoles, su amigo Isaac Albéniz, Tárrega tuvo interés en combinar la tendencia romántica que prevalecía en la música clásica con los elementos populares españoles. El conocido guitarrista contemporáneo Angelo Gilardino dijo que los 9 preludios de Tárrega son "... el más profundo pensamiento musical de Tárrega de forma concentrada".
Aparte de sus numerosos “Preludios”, sus obras más destacadas son:

Capricho árabe (Andrés Segovia). Partitura
• La alborada
Gran jota (Virginia Luque)
• El columpio
• María
Marieta (Andrés Segovia)
Adelita (César Amaro)
Rosita (Sandro Torlontano)
Gran vals (Adam Chinery)
Danza odalisca (David Russell)
Pavana (David Russel)
• Paquito
• Pepita

Danza mora (Andrés Segovia)
Vals en re (David Rusell)
Recuerdos de la Alhambra (Andrés Segovia)
• Mazurca en sol
Mazurka en la menor (Vladimir Mikulka)
Minueto (Andrés Segovia)
• Estudio sobre una sonatina de Alard
Isabel  (David Rusell)
La mariposa (E.M. Robert)
• Estudio sobre un estudio de Cramer
Sueño-mazurca (David Russel)
Las dos hermanas (David Russell)
Variaciones sobre El Carnaval de Venecia de Paganini (David Russell)

 

Lágrima (Philipp Molderings)
Endecha y Oremus (David Rusell)
Preludio Nº 2 en La mayor (Vladimir Mikulka)

Preludio Nº 5 (Andrés Segovia)
Estudio en forma de minueto (Andrés Segovia)
• Estudio sobre un tema de damas
Sueño (trémolo) (Lee Won Ji)
• Estudio en sol
• Estudio sobre una sonatina de Prudend
Estudio brillante en La (Christopher Parkening)
• La Etude (mi bemol)
• Mazurca sobre un tema anónimo español
Transcripción de Barcarola veneciana, No. 1 de Mendelssohn (Stefano Grondona)
Fantasía sobre La Traviata de Verdi (María Esther Guzmán)
Preludio nº 20 Chopin, arreglo Tárrega (Masao Imano)

Francisco Tárrega ofreciendo un recital

Un dato curioso es que la música más interpretada y oída en el mundo es la que ahora se conoce con el nombre Melodía Nokia (Nokia Tune) porque es el tono de llamada predeterminado que reproducen más de 850 millones de teléfonos móviles de esa marca comercial, entresacada de una pieza suya llamada Gran vals (compases 14 al 16). Esta melodía se ha convertido, por esa razón, en una de las más escuchadas en todo el mundo.


También es digno de mencionar que de sus obras se han realizado versiones por artistas como Mike Oldfield, que incluye su versión particular y orquestal de 'Recuerdos de La Alhambra' en su banda sonora para la película 'Los gritos del silencio' (The Killing Fields, 1984); se trata del tema "Étude".

Estatua de Francisco Tárrega en Vila-Real, Castellón