El 12 de agosto de 1981 se publicó el vigésimoprimer álbum oficial de Bob Dylan: 'Shot Of Love', que cerraba la trilogía 'cristiana' del cantautor. En él incluía temas no relacionados con su nueva fe, como canciones de amor o su oda a Lenny Bruce, y los arreglos tipo gospel que habían dominado sus dos anteriores trabajos daban paso de nuevo al rock and roll. Con una producción algo caótica, 'Shot Of Love', sin ser uno de los mejores álbumes de Dylan, contiene magníficos temas como 'Groom's still waiting at the altar' y 'Every grain of sand', que presagiaban la evolución que experimentaría Dylan con 'Infidels'.
El 21 de mayo de 1980 se lleva a cabo el último de los así llamados 'Gospel Shows' en el Memorial Hall de Dayton (Ohio). Una semana después sale a la venta 'Saved' y, tras la avalancha de críticas negativas que recibió, Dylan se retira de los focos y permanece seis meses desaparecido. Un periodo que seguramente utiliza para ejercer su propia autocrítica ya que, cuando el mes de noviembre el artista se embarca en una nueva gira de un mes, su programa ha variado sustancialmente.
Por fin, en marzo de 1981 comienzan las sesiones para el nuevo álbum, que resultarían en ser las más caóticas de la carrera del cantautor, visitando en el proceso una decena de estudios y grabando más de 50 temas, gran parte con poca calidad de grabación, de los cuales nueve -procedentes de las últimas sesiones celebradas en Clover Studios de Los Angeles entre el 1 y el 15 de mayo- acaban en el álbum. Las demás, exceptuando 3 o 4 que se publicaron en las 'Bootleg Series', siguen inéditas. Una de las primeras en grabarse en 1 de mayo fue 'Watered-down love' un blues rock sobre el amor verdadero, sin exigencias ni connotaciones negativas. El texto no lo clarifica, pero en esta época no es difícil imaginar dónde espera encontrar Dylan ese amor puro e inmaculado: en su propia fe.
El mismo día se graba 'Property of Jesus' que nos proporciona una visión del estado de ánimo de Dylan. De una manera irónica, rayando en el cinismo, se nos muestra batallador como en los buenos tiempos. El contenido es nuevamente fácil de enfocar: "¿Véis a ese creyente de allí? Acabad con él, ridicudizadlo y burlaos de él, pues es sólo una propiedad de Jesús. Vosotros, en cambio, poseéis algo mucho más valioso: un corazón de piedra". Son contadas las veces en las que Dylan muestra su lado agresivo durante su 'etapa cristiana' y el último empujón para ello lo provocó Mick Jagger quien en el curso de una entrevista cuestionó con sorna las orientaciones religiosas de Bob.
La pieza que da título al álbum, 'Shot of love' es la presentación musical perfecta del disco, un blues rock con coros gospel cuyo mensaje es claro y contundente: "No necesito ni drogas ni gente a mi alrededor, como tampoco venganza ni sentimientos negativos. Simplemente necesito un 'chute' de amor". Pero este mensaje aparentemente apacible es interpretado por Dylan de una forma agresiva y casi hostil. Debemos suponer que sus iras están dirigidas a aquellos críticos que le reprochan su conversión al Cristianismo o, lo que es mucho peor, aquellos que no le toman en serio y se permiten burlarse de él. A todos ellos les grita Dylan sus líneas en un tema que, sin tomar en consideración el texto, evoca la vehemencia de 'Positively 4th Street'.
El cénit espiritual del álbum es 'Every grain of sand', en el que Dylan se despoja en cierto modo de las ortodoxas enseñanzas bíblicas y se reencuentra con una espiritualidad interior menos confesional. El punto de partida es el reconocimiento del artista de que todo cabe en los planes del Creador. Deja a un lado los términos antagónicos 'ellos' y 'nosotros' y sus llamadas a seguir con él 'el camino recto' y parece haber aprendido a reconocer el milagro de la Creación en cualquier grano de arena...
También el siguiente tema de la sesión, 'The Groom's still waitin' at the altar' se sale de lo común. Uno de los mejores temas del álbum, no se incluyó en la edición de vinilo, exceptuando unas pocas copias promocionales, editándose en single. Sólo en la edición de CD volvió a incluirse esta pieza rock, cuyo texto asimismo se aleja de los machacantes mensajes mesiánicos y dibuja un mundo de imágenes sujeto a no pocas interpretaciones: Se anuncian nuevos acontecimientos y el novio los espera sobre el altar... La clave del tema, como nos tiene acostumbrados el cantautor, sigue siendo críptica. ¿Se refiere Dylan a una nueva relación en ciernes, como sugieren algunos críticos o se trata de reinterpretaciones de escenas del Evangelio de San Juan, como apunta Michael Grey?. Sea lo que fuere, sus fans y críticos respiraban aliviados al recobrar al compositor de grandes canciones con un tema interpretado además como un trepidante rock.
Por el contrario, 'Dead man, dead man' es un reggae poco convincente sobre la ceguera emocional y sobre todo espiritual de las personas. 'Lenny Bruce' es una especie de réquiem a uno de los héroes de juventud del cantante, el comediante satírico Leonard Alfred Schneider (1925-1966), un artista que con su cruda forma de expresar verdades como puños estuvo años por delante de su tiempo. Dylan que se sentía identificado y hermanado con él, interpreta un tema mundano con textos, los cuales, aunque expresados indirectamente a través de Lenny Bruce, contienen una acritud muy alejada de la simpleza literaria de sus composiciones en 'Slow Train' y 'Saved', más dignas de un cancionero de la YMCA (Asociación Cristiana de Jóvenes). Con esta pieza, el cantautor recupera su serie de retratos musicales de antihéroes americanos, en la línea de 'Song to Woody', George Jackson', Hurricane' o Joey'.
'Trouble' es un bluesrock intrascendente que tampoco forma parte de los temas religiosos del álbum, en el que en resumidas cuentas, el cantante llega -a través de un texto cargado de clichés- a la conclusión de que la vida está plagada de problemas.
'In the summertime' es un sencillo tema countryrock con una estuctura melodiosa y armónica similar a las que solía usar Dylan a comienzos de los años setenta, por ejemplo en 'New Morning'. El texto apunta a una relación amorosa acontecida el verano anterior y aparecen alusiones a pasajes bíblicos -principalmente del Viejo Testamento- que nos hacen sospechar que dicha relación trascendió lo humano y derivó en una experiencia espiritual y religiosa. 'Heart of mine', finalmente, es una canción ejecutada inexplicablemente con arreglos y maneras de amateur que encierra un mensaje muy simple: "Piensa bien lo que haces, pues tarde o temprano te pasarán la factura". Mucho más intensa que la original de Dylan fue la versión Jazz-blues de Peter Malick y Norah Jones.
Edición española de 'Heart of mine' |