El 8 de Marzo de 1876 nació en Nápoles el compositor y pianista italiano Franco Alfano conocido por terminar la ópera inacabada de Puccini, Turandot.
Estudió piano en Nápoles con Alessandro Longo y posteriormente asistió al Conservatorio de San Pietro a Maiella. Allí estudió armonía con Camillo de Nardis y la composición de Paolo Serrao. En 1895 se trasladó a Leipzig Alfano, donde continuó sus estudios con Sitt y Jadassohn. Al año siguiente se trasladó nuevamente, esta vez a Berlín, donde comenzó una carrera como pianista. Cultiva con igual pasión, la música sinfónica y la música lírica. Poseedor de una experiencia instrumental, este genial músico da a conocer "Sombra de don Juan" representada en el teatro Scala de Milán en 1913; ópera de nuevo estilo, constituyendo un conjunto exquisito. Este trabajo coloca a su autor en un puesto de vanguardia.
"La leyenda de Sakuntala" (Boloña 1921) (Orchestra Sinfonica e Coro della Rai di Roma dir. Ottavio Ziino) se enlaza directamente por su espíritu, con "Resurrección" Acto 1-2, Acto 3-4 (Coro della Radio Lettone e Orchestre National de Montpellier LR & dir. Friedemann Layer) que da a conocer en 1902 inspirada en la célebre novela de León Tolstoi, que puesta en escena por primera vez en el teatro Víctor Manuel de Turín, en 1904, recibe más tarde cordial acogida en todos los teatros europeos y americanos y forma parte del repertorio habitual de las grandes compañías líricas.
Un año después estrena "El príncipe Zilah", trabajo éste considerado de transición. Y así con la aparición de las nuevas tendencias experimentales, la obra de Alfano (más clásica, con influencias de Strauss y Debussy) fue un tanto relegada, y fue asimilado, con reservas, a la llamada "Generación del 80". En 1919 fue nombrado director del Conservatorio de Bolonia y, en 1923, del Giusepe Verdi de Turín, cargo que conservó hasta 1939.
Cuando Puccini falleció en 1924, dejó el tercer acto de su última obra musical incompleto. El gran compositor dejó treinta y seis borradores del final de la obra. Los editores de Puccini y el famoso director Arturo Toscanini se debatían entre dejar la obra sin terminar o buscar a otro compositor para que la terminara. Decidieron terminarla y Toscanini eligió a Alfano para componer el último acto.
Alfano escuchó la orquestación de los dos primeros actos sólo veinte días antes de que su borrador estuviera listo. Simplemente no tuvo tiempo de familiarizarse por completo con las intenciones orquestales de Puccini para la obra. La versión final de Alfano fue famosamente rechazada por Toscanini, lo cual truncó gran parte del trabajo de Alfano.
En el estreno de Turandot en La Scala en 1926, Toscanini dirigió la obra hasta el momento en que Liu fallece, después bajó la batuta y anunció: “Aquí es donde la ópera termina, porque en este punto el Maestro falleció”.
A pesar de que Toscanini y otros después dirigieron la mayor parte del final de Alfano, en 1982 se dirigió la obra completa “Turandot” (New York City Opera). Desde aquel entonces la obra completa se popularizó. De todas maneras, la crítica que Alfano recibió por terminar Turandot, casi eclipsó sus propias obras que han quedado en la oscuridad hasta hace pocos años.
Sus obras más conocidas son óperas: “Il principe Zilah” (1909), “La sombra de Don Juan” (L'ombra di Don Giovani, 1914) y “Leyenda de Sakuntala” (La Leggenda di Sakuntala, 1921) Acto 2 (Orchestra Sinfonica e Coro della Rai di Roma dir. Ottavio Ziino), a partir de la cual Alfano abandonó su naturalismo primitivo para crear un lenguaje más meditado y complejo en “Madonna Imperia” (1927), “L'ultimo lord” (1930);
“Cyrano de Bergerac” (1936) (Orchestra del Teatro Metropolitan di New York & Dir. Marco Armiliato), “Don Juan de Manara” (1941) Acto 1 (Tatiana Mozovrenko, soprano; Josep Fadó, tenor; Guerassim Voronkov, piano), “Il dottor Antonio” (1949) y “Suite Romántica”. También es elogiable el repertorio de música de cámara que Franco Alfano, infatigablemente ha producido, desde el primero al segundo cuarteto; el concierto para violín, violonchelo y piano (Elmira Darvarova, violino; Samuel Magill, violonchelo; Scott Dunn, piano) y la sonata para violoncelo y piano (Samuel Magill, violoncello & Scott Dunn, piano), hasta el concierto para piano, viola y violoncelo, sinfonías “Sinfonía nº 2” (Frankfurt Brandenburg State Orchestra) , así como numerosos poemas líricos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario