El 17 de marzo de 1665 nació en París, la compositora y gran intérprete de clavecín francesa, Élisabeth Jacquet de La Guerre. La honda expresividad que impregna su música, el amor a los detalles, la sabiduría de su “mètier”, la variedad de estados de ánimo y de formas, así como el contraste entre la intimidad y elegancia más francesa y el temperamento arrebatado tan italiano que destilan sus composiciones la convierten en una compositora que representa perfectamente el espíritu barroco y la parte más universal de éste.
Luis XIV |
Así se expresaba la propia Elisabeth: “Desde mi más tierna edad (y este recuerdo será para mí eternamente preciado), tras ser presentada ante vuestra ilustre corte, donde he tenido el honor de permanecer durante varios años, he aprendido, Señor, a dedicaros todas mis vigilias. Desde aquel momento os dignasteis acoger con agrado las primicias de mi genio y habéis tenido a bien recibir, además, a partir de entonces algunas de mis obras. Pero esas señales privadas de mi devoción no me son suficientes y ansiaba la feliz ocasión de poder daros muestras públicas de ella". El propio Titon du Tillet en su "Le Parnasse Français" de 1732 (anecdotario sobre famosos poetas y músicos durante el reinado de Luis XIV) habla en estos términos de su "maravillosa facilidad para tocar preludios y fantasías espontáneamente”. “A veces, –nos dice du Tillet- improvisa sobre cualquier tonalidad o tema requeridos durante media o una hora completa con melodías y armonías de gran variedad, de manera impecable y encantando a sus oyentes".
Madame de Montespan |
De esta época feliz son obras como "Jeux á l´honneur e la Victoire" de 1691, o su ópera (tragédie lyrique) "Céphale et Procris" de 1694. De hecho, el "Mercure Galant" de diciembre de 1690 publicó nada menos que nueve páginas de su edición en verso calificándola de "sombra de Lully" o bien de "la compositora y músico más prominente". La que ya era conocida como Mademoiselle de la Guerre tenía entonces veintiséis años. Esta época de esplendor y sus gratas vivencias se verían, sin embargo, truncadas en un corto espacio de tiempo.
En unos pocos años, Elisabeth vería morir a la mayoría de sus personas cercanas: su madre, su padre, su hermano Nicolás, su marido y hasta su único hijo de diez años de edad, también un prodigio del clave. La compositora se recluyó en su intimidad durante varios años, y los amantes de su música tuvieron entonces que esperar hasta 1707 para su siguiente publicación que incluiría la colección de sonatas. Esta nueva Jacquet de la Guerre reaparece con madurez, reflexión y sabiduría regalando a los violinistas una de las más exquisitas y desconocidas páginas que nuestro repertorio, ya de por sí tan extenso y magnífico, posee. Las "Six Sonates pour le viollon et pour le clavecin" “Sonata Nº 1” (Aria Affettuoso) de 1707 son un ejemplo temprano del nuevo género de obras de clavicémbalo acompañadas, donde éste es tratado en forma obbligato, como ocurre por ejemplo con las Pieces de clavecin en concerts de Rameau.
- “Cephale et Procris” Fin del acto I y acto II (Música Fiorita & dir., clavecín y órgano: Daniela Dolci)
- “Sonata Nº 1 en Re menor” (Lina Tur Bonet -Violín Barroco & Kenneth Weiss - Clavecín & Patxi Montero - Viola da Gamba).
- “Sonata Nº 3 in D” (Ensemble Variations)
- "Sonata a dos violines con viola o violoncello obligados" (Bizzarrie Armoniche & Roberta Invernizzi – soprano & Elena Russo - director, cello)
- “Trío sonata IV en sol menor” (Alexandra Stefanato violín, Daniela Troiani Flauta, Giovanna Barbati cello, Chiara Tiboni clavicémbalo)
- “Suites Nº 1, 2, 3” (Elizabeth Farr)
- “Suites Nº 4, 5, 6” (Elizabeth Farr)
- 'Prèludio' de la Suite la menor de "Les pièces de Clavessin. Premier Livre" (Bizzarrie Armoniche & Salvatore Carchiolo – clavicémbalo & Elena Russo - director, cello)
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