El 30 de abril de 1943 nació en Fargo (Dakota del Norte) el cantante pop norteamericano Bobby Vee,. Fue uno de los ídolos de adolescentes surgidos a comienzos de los años sesenta en Estados Unidos y uno de los que mejor consiguió resistir la invasión de grupos británicos, logrando colocar a lo largo de toda la década 38 hits en el Hot100 de Billboard, entre ellos seis Top 10, un nº1 y seis discos de oro.
Nació como Robert Thomas Velline en una familia eminentemente musical. Su padre tocaba el violín y el piano, su tío el saxofón y sus dos hermanos mayores, Bill y Sidney, la guitarra. Con quince años su carrera musical ya estaba en marcha. Bobby recuerda: "Tocaba el saxo en la banda de la escuela, pero aquello me aburría. Interpretábamos todos las piezas clásicas de las bandas, y yo quería tocar 'Yakety Yak'. Cuando mi hermano Bill se compró una guitarra, ahorré lo suficiente repartiendo periódicos y compré una Harmony nueva (aunque gastada por el sol de estar en el escaparate) por $30. Íbamos juntos a todos los conciertos que acudían a la zona y después hacíamos nuestra propia versión del show en el salón de casa en Fargo"
Pronto Bill se convirtió en un excelente guitarrista y comenzó a ensayar con el bajista Jim Stillman y el batería Bob Korum. Bobby trataba por todos los medios unirse a los ensayos pero Bill consideraba que aún era muy pequeño. "Me introduje poco a poco en el grupo. Hice todo tipo de tratos con mi hermano para que me dejara asistir a los ensayos y practicar. Cuando al final accedió (bajo mi promesa de permanecer callado) me sorprendió que no conocieran las letras de las canciones que practicaban, las cuales yo, en cambio, me sabía de memoria. Tenía quince años y me pasaba el día pegado a la radio. Así que no pasó mucho tiempo antes de que comenzara a cantar con la banda". Poco después Dick Dunkirk sustituyó a Stillman al bajo y nacieron los Shadows (no confundir con la banda británica del mismo nombre).
Quince días después, un 3 de febrero de 1959, Robert Velline estaba eufórico porque por fin iba a tener la ocasión de ver en directo a uno de sus ídolos, Buddy Holly y los Crickets, el cual formaba parte de un show, que por primera vez pasaba por Fargo. Esa noche lo vería junto a otros grandes músicos como Dion and the Belmonts, Big Bopper y Ritchie Valens. Cuando Bobby vuelve de la escuela escucha la terrible noticia: La avioneta en la que viajaban Buddy Holly, Big Bopper y Richie Valens se había estrellado, muriendo todos en el impacto.
El resto de los músicos había viajado toda la noche bajo la nieve en un autobús y había llegado a Fargo por la mañana donde les aguardaba la trágica noticia. Aún así el show debía continuar. Los promotores solicitan a través de las emisoras locales un grupo de la zona para llenar el hueco de Holly en aquella triste velada. Bobby y los Shadows, a pesar del shock de la noticia, no se lo piensan dos veces. Adquirieron suéters y corbatas a juego y apresuradamente ensayaron todas las canciones que conocían de Buddy Holly. Su actuación fue un éxito y un promotor local, Bing Bingstrom se interesó lo suficiente en ellos como para asegurarles un trabajo fijo.
Su primera actuación pagada fue unos días después, el día de San Valentín. Viajaron 65 kilómetros con temperaturas bajo cero -en un viejo Oldsmobile del 51 sin calefacción- hasta el lugar, donde les habían preparado un escenario que consistía en unas tablas sobre unos bancos. En un momento del show, uno de los bancos cedió, cayendo los amplificadores al suelo. No fue el estreno soñado pero cobraron $60 dólares, una cantidad nada despreciable en aquella época.
En junio de ese mismo año (1959), Bobby y su grupo se trasladan a Minneapolis (Minnesota) para grabar una canción que Bobby había compuesto inspirado en el 'Peggy Sue' de Holly: 'Suzie baby'. Cuando finalizó el verano, el single había alcanzado el nº1 en todas las emisoras locales del Medio Oeste septentrional, por lo que las grandes compañías discográficas comenzaron a interesarse por el nuevo cantante. Bobby Vee y los Shadows firmaron con Liberty Records en otoño de 1959. En esa época, pensaron en contratar a un pianista para la banda y entre los posibles candidatos pasó un joven músico que se hacía llamar Elston Gunnn (con tres enes), cuyo nombre real era Robert Zimmermann (Bob Dylan). Llegó a tocar en un par de ocasiones con los Shadows, pero como carecía de piano propio los dejó poco después.
Tras un par de singles que fracasaron, el productor de Liberty que se encargaba de Bobby, Snuff Garrett, se lo llevó a grabar a los estudios de Norman Petty en Clovis (Nuevo Mexico), donde Buddy Holly había registrado sus hits. Una de las canciones que se grabaron allí fue una versión de un tema de Adam Faith que había sido nº1 en el Reino Unido: 'What do you want' (1960), la cual apenas logró entrar en el Hot100.
Cuando Liberty Records comenzó a perder la esperanza en ellos, a un disc-jockey de una radio de Pittsburgh se le ocurrió radiar la cara B del single, 'Devil or angel', una versión de un tema que los Clovers -uno de los grupos preferidos de Snuff- habían publicado en 1956, alcanzando con él el Top5 de las listas de R&B. Tras su éxito en Pittsburgh, la canción fue conquistando las ondas ciudad tras ciudad y a finales del año 1960, 'Devil or angel' había llegado al nº6 del Hot100 y fue Top20 en las listas de R&B. Esto convenció a los ejecutivos de Liberty, que les firmó un contrato por cinco años. Siguió ese mismo año 'Rubber ball', escrita por Aaron Schroeder y Gene Pitney, que asimismo alcanzó el puesto 6 de las listas nacionales de pop.
En 1961 Snuff Garrett hizo uno de sus muchos viajes a Nueva York con el fin de encontrar material nuevo para Bobby. Allí se entrevistó con Don Kirschner de Aldon Music y Garrett escuchó una demo de un tema de Carole King y Gerry Goffin, 'Take good care of my baby', que le interesó al instante. El hecho de que ya la hubiera grabado (aunque no publicado) Dion, de los Belmonts, no le importó. Sin embargo, pensó que necesitaba una introducción. Snuff trabajó con Carole King en un verso adicional ("My tears are fallin...") y Bobby Vee consiguió con el tema su primer y único nº1, puesto en el que permaneció tres semanas.
Le siguió 'Run to him', que fue nº2 y 'Walking with my angel'. Sus hits no sólo estaban limitados al territorio norteamericano. En Inglaterra consiguió varios Top20, como 'More than I can say' (nº4 en 1961), un tema compuesto por Jerry Allison y Sonny Curtis que, de haber vivido Buddy Holly habría grabado él mismo, además de un álbum de éxito grabado con el grupo que acompañaba a Holly llamado 'Bobby Vee meets the Crickets'.
En 1962 publicó 'Sharing you' y 'Please don't ask about Barbara', ambos Top20. En 1963 consiguió otro gran éxito con la canción 'The night has a thousand eyes', que fue nº3. Ese año además, sus temas se alternaban en las listas de éxitos británicas con los de los mismísimos Beatles. Precisamente la llegada de éstos y otros grupos de las Islas al mercado estadounidense produjo que a partir de entonces la estrella de Bobby -como la de muchos otros- se fuera apagando. Además, el stress de las giras y los constantes viajes habían agotado a Bobby que, a partir de 1963, procuró quedarse cerca de su hogar en Minnesota. Aún así aguantó el tipo y participó en varias películas como 'Play it Cool' (1962), 'Just For Fun' (1963) y 'C'mon, Let's Live a Little' (1967).
Intentó en vano apuntarse al fenómeno del beat británico publicando el decepcionante 'Bobby Vee sings the New Sound from England!' y grabó temas de Buddy Holly. Sus discos siguieron apareciendo en las listas e incluso logró un nuevo Top10 en 1967 con 'Come back when you grow up', pero cuando la psicodelia y el rock progresivo tomaron el relevo, Bobby se vio relegado al circuito de oldies del rock 'n 'roll.
En 1972 publicó un álbum bajo su nombre real, Robert Velline, que no tuvo repercusión. Sus giras le llevaron por Japón, Australia y Europa y, especialmente el Reino Unido, donde sigue siendo muy popular. Hasta hace unos años (2007) todavía seguía realizando numerosos shows al año y en otoño de 2011 se encontraba en su estudio Rockhouse, en St. Cloud (Minnesota), preparando temas para un nuevo álbum. El 29 de abril de 2012 anunció en su página personal, que padecía de Alzheimer desde el año 2011, una ironía del destino, ya que fue su capacidad memorizando letras de canciones la que le facilitó su entrada en el mundo musical. Murió a los 73 años en octubre de 2016.