Aproximadamente 300.000 personas asistieron al evento, y algunos especulaban que sería el 'Woodstock del Oeste', pero a causa del asesinato que se perpetró frente al escenario mientras actuaban los Stones, todo ello captado en directo por las cámaras del equipo que filmaba imágenes para el film 'Gimme Shelter', que documentaba la gira americana del grupo británico, acabó siendo el evento -posteriormente empleado como acontecimiento crucial por numerosos historiadores y medios- que terminó de marcar el fin de la década culminada desde 1967 por el movimiento hippie de las flores, la paz y el amor. No obstante, este ocaso ya había sido anunciado en cierto modo tras los asesinatos de Tate y LaBianca, cometidos en agosto de 1969 por los acólitos de Charles Manson, los cuales alteraron bastante la percepción popular de la ecuación hippies = paz + amor.
Ralph J. Gleason |
Comentarios como este, irritaron a Jagger y compañía, que se vieron obligados a 'organizar algo para la gente'. "Nuestra organización, Dirt Cheap Productions se puso en marcha con varios colaboradores, entre los que se encontraban Chip Monck (que se encargó de la organización del escenario en los festivales de Monterey y Woodstock), Sam Cutler, Rock Scully, Jerry García, Phil Lesh, Lenny Hart y David Crosby." (Bill Wyman, Rolling with the Stones)
La primera elección para celebrar el concierto fue el Golden Gate Park de San Francisco, pero el ayuntamiento de la ciudad no lo permitió alegando que el mismo día se celebraba un partido de fútbol americano en un estadio cercano y que no disponían de agentes suficiente para hacerse cargo de la seguridad de ambos eventos. La segunda opción fue el circuito de carreras Sears Point, en el condado de Sonoma, pero las excesivas exigencias de los propietarios del circuito dieron al traste con las negociaciones. Por fin, 48 horas antes del concierto -que ya había sido publicitado y anunciado, a falta de la localización- se logró cerrar un trato con el empresario Dick Carter, que poseía un espacio de 32 hectáreas con capacidad de aparcamiento para 80.000 vehículos en Altamont, a 80 kilómetros de San Francisco.
Puesto de venta de LSD en Altamont. A 1$ el ácido. |
La pésima elección del sitio, la falta de tiempo, para organizarlo adecuadamente, la falta de previsión de inodoros portátiles, servicios sanitarios y, sobre todo, la ingenua y equivocada elección (sugerida por Jerry García, de Grateful Dead) de usar al colectivo de motoristas Hell's Angels de San Francisco para que se hicieran cargo de la seguridad del evento, dieron lugar a los luctuosos acontecimientos. "No fue una chapuza porque escatimáramos esfuerzos, sino por la falta de tiempo" (David Crosby).
Jagger en el concierto de Hyde Park |
Los Hell's Angels de San Francisco -que habían aceptado la oferta a cambio de cerveza por valor de 500$-, se hicieron fuertes con actitud violenta y desafiante intentando evitar que ningún 'descontrolado' se subiera al escenario de sólo ¡1 metro de altura!. (Otro de los muchos errores de aquel día: una tarima más alta hubiera evitado la necesidad de tanto Ángel del Infierno frente al escenario).
Santana abre el Festival |
Espoleados por la ingesta de drogas adulteradas y de dudosa calidad, el número de 'colocados' era elevado y la masa se volvió impredecible y antagónica, produciéndose ataques violentos entre el público, los Angels e incluso a los artistas. Los Hell's Angels, por su parte, habían estado consumiendo frente al escenario su abundante ración de cerveza gratis a lo largo del día y la mayoría se encontraban visiblemente borrachos.
Gram Parsons y Chris Hillman |
Los Hell's Angels en acción |
Los Grateful Dead tenían prevista su actuación entre la de CSN&Y y los Rolling, pero tras las noticias del ataque a Marty Balin, rehusaron salir a escena, abandonando el festival, denunciando la excesiva vulnerabilidad física de los propios artistas ante la degeneración a la que había llegado la seguridad del evento.
Los Stones en Altamont |
Añadir leyenda |
Meredith Hunter, entre el público |
Esta escena, ocurrida en pocos segundos, se recogió en el documental 'Gimme Shelter' dirigido por los hermanos Albert y David Maysles y sirvió para la posterior investigación policial de los hechos. El asesino fue detenido y juzgado por el asesinato en el verano de 1972, pero fue absuelto después de que un jurado llegara a la conclusión de que actuó en defensa propia porque Hunter portaba una pistola cargada. También se comprobó que Hunter estaba bajo la influencia de metanfetaminas. Supuestamente, sus últimas palabras fueron: "No pensaba disparar".
Jagger, con su diabólica imagen, sobre el escenario de Altamont |
La gran mayoría de los asistentes, incluidos los Stones no fueron conscientes del asesinato en ese momento, por lo que los músicos, para no empeorar las cosas, siguieron con el show previsto.
"Después de arreglárnoslas finalmente para acabar 'Under my thumb', tocamos 'Brown Sugar' en directo por primera vez. Teníamos que mantenernos tocando; mientras tanto Mick hacía todo lo que podía para contener la violencia, sabiendo que si parábamos podría empeorar la cosa. Tocamos 'Midnight Rambler' y luego 'Live with me'. Nunca habíamos tocado antes en un ambiente tan hostil, pero todos hicimos un gran esfuerzo y Mick estuvo brillante.
Luego tocamos 'Gimme Shelter' y 'Little Queenie', que sonó realmente bien. Seguimos con 'Satisfaction', durante la cual una chica desnuda se subió al escenario y fue sacada a rastras. Cuando terminó 'Satisfaction', el piloto del helicóptero Jan Vinson vino al escenario y nos dijo en términos inequívocos que el suyo era el último helicóptero y que él se iba, con o sin nosotros. Tocamos 'Honky Tonk Woman' y terminamos la actuación con una elección estúpida: 'Street fighting man'.
Altamont, al día siguiente |
Grace Slick, en Altamont |
Grace Slick, que actuó en los grandes festivales americanos (Monterey, Woodstock y Altamont) y autora de frases lapidarias sobre aquella época comentó: "Woodstock fue una panda de vagos estúpidos en el barro y Altamont una panda de vagos cabreados en el barro"
Los periodistas de la revista Rolling Stone, quienes en definitiva -para numerosos historiadores del rock- encendieron la mecha de Altamont, se despacharon un mes después con un artículo de varias páginas -con descripción detallada y concienzuda- del asesinato, en el que acusaban a Jagger de ser el responsable por esgrimir una 'inconsciencia naiv'. El título, parafraseando el nombre del último álbum de los Stones, no dejaba lugar a dudas a quiénes apuntaban con el dedo desde la revista: 'The Rolling Stones disaster at Altamont: Let it Bleed'.
"Los 300.000 cuerpos anónimos enfangados en el barro y apelotonados en las colinas configuraban en sí una pequeña ciudad, un decadente suburbio con su propia polución ambiental. Cuando los Stones subieron a escena, docenas de pequeñas fogatas hechas con restos y desperdicios habían surgido por todo el lugar. Las siluetas de la gente tratando de calentarse alrededor de aquella basura humeante recordadaban a las pinturas medievales de las almas torturadas en la Danza de la Muerte... Fue en medio de toda esa atmósfera cuando Mick cantó aquello de lo divertido que resulta ser Satán. Nunca se había interpretado hasta entonces en un entorno más apropiado" (Rolling Stone, 1970)
En la famosa canción 'American Pie' de Don McLean hay unos versos que mencionan el festival de Altamont: "And as I watched him on the stage/My hands were clenched in fists of rage/No angel born in hell/Could break that Satan's spell/And as the flames climbed high into the night/To light the sacrificial rite/I saw Satan laughing with delight." (Y mientras lo observaba sobre el escenario/Mis manos apretaban los puños de rabia/Ningún ángel nacido en el infierno/Era capaz de romper aquel hechizo satánico/Y mientras las llamas subían alto en la noche/Para alumbrar el rito del sacrificio/Ví a Satanás riendo con deleite)
En 2008, un ex-agente del FBI aseguró que algunos miembros de los Hell's Angels habían planeado asesinar a Mick Jagger como venganza a su falta de apoyo tras los sucesos de Altamont y la imagen negativa que se mostrada en el film 'Gimme Shelter' del colectivo de motoristas. Según este testimonio, los presuntos conspiradores pretendían aproximarse en un bote a las inmediaciones de la residencia de Mick, en Long Island (New York). El plan falló, al desatarse una tormenta y naufragar el bote. Preguntado por esta cuestión, el portavoz de Jagger, rehusó hacer comentarios al respecto.