Cuando en 1936 contaba once años, Mickey ingresó en un orfanato del que se escapaba a menudo, siendo capturado en diversas ciudades como St. Louis, Chicago o Nueva York. Hubo un momento en que los encargados del orfanato se cansaron de ir tras él, y Mickey con 16 años cumplidos, se dejó caer por Nueva York. Allí consiguió un trabajo como lavaplatos, pero, tras pasar numerosas horas en las salas de billar de la calle 26, dejó el trabajo y se dedicó a jugar profesionalmente, viviendo de las apuestas. Cuando cumplió 19, quiso efectuar un cambio en su vida. Volvió a su trabajo como lavaplatos y decidió ser músico de jazz.
Su primera elección fue la trompeta, pero con sólo catorce dólares ahorrados únicamente fue capaz de comprar una guitarra. Se matriculó en la New York School of Music; sin embargo consideró que el aprendizaje era muy lento y lo dejó, tratando de aprender de forma autodidacta. Al ver que no progresaba, desilusionado, abandonó el intento. Seis meses más tarde, al ver a un músico callejero con una guitarra, volvió a intentarlo. Tomó lecciones privadas de diferentes maestros en los años siguientes y, como muchos músicos del momento, intentaba tocar su instrumento como Charlie Parker tocaba el saxofón.
En 1949, Baker lideraba su propio combo, al que no le faltaban trabajos bien pagados. Se trasladó al Oeste, pero se dio cuenta de que la audiencia allí no era muy receptiva con su oferta de jazz progresivo. Se encontró sin rumbo y sin trabajo en California, cuando vio al guitarrista de blues Pee Wee Crayton en un show. Baker recuerda el momento: "Le pregunté a Pee Wee, '¿quieres decir que se gana dinero tocando esa música con la guitarra?'. El tío conducía un gran Eldorado blanco y tenía un enorme autobús para la banda. Así que empezé a atar cabos. Me moría de hambre y para mí el blues fue entonces simplemente una tabla de salvación para salir de la ruina". En California, Mickey encontró entonces un par de trabajos, con los que ganó el suficiente dinero para volver a Nueva York.
Seguidamente, Baker trabajó para Savoy, King y Atlantic Records, realizando sesiones con The Drifters, Ray Charles, Ivory Joe Hunter, Ruth Brown, Big Joe Turner, Louis Jordan, Coleman Hawkins y muchos otros. Hasta finales de los años cincuenta, Baker, junto con el batería Connie Kay, el saxo tenor Sam 'the Man' Taylor y el bajista Lloyd Crompton, tocó en prácticamente todos los hits de Atlantic, Savoy y King, como 'Money honey' (Clyde McPhatter y The Drifters), 'Shake, rattle and roll' (Big Joe Turner), 'Need your love so bad' (Little Willie John), 'It's gonna work out fine' (Ike & Tina Turner), 'Whole lotta shakin' goin on' (Big Maybelle) y 'Mama, he treats your daughter mean' (Ruth Brown).
Mickey y Sylvia |
Baker se trasladó a Francia donde grabó discos en solitario y colaboró con algunos artistas de pop francés como Françoise Hardy, Ronnie Bird y Chantal Goya. Con la actriz y cantante Françoise Deldick dirigió la grabación y orquestación de una sensual versión francesa de 'Love is Strange' llamada 'Hum! Hum!'. Baker murió el 27 de noviembre de 2012 a los 87 años.
Mickey Baker también fue autor de un curso para autodidactas de guitarra de jazz que sigue reeditándose después de 50 años. El guitarrista Rob MacKillop ha colgado una serie de video-lecciones en YouTube en los que ayuda a seguir el método de Baker.