22 mayo 2014

Facundo Cabral


El 22 de mayo de 1937 nació en La Plata, Buenos Aires el cantautor folk argentino Facundo Cabral, conocido por sus canciones y monólogos en los que relataba anécdotas personales y parábolas de contenido social y político con las que buscaba despertar la conciencia y la reflexión espiritual en sus oyentes.

Nacido en la más absoluta pobreza y sin hogar, Facundo nació -según sus propias palabras- en una calle de La Plata y posteriormente emigró con su madre y sus siete hermanos a Tierra del Fuego, en el sur de Argentina. No fue capaz de hablar hasta los nueve años, edad con la que escapó y estuvo desaparecido cuatro meses, tiempo en el que logró llegar a Buenos Aires y, tras diversas peripecias, consiguió hablar con Evita Perón para que les proporcionara trabajo a él y a su familia.
La juventud de Facundo fue problemática y debido a su carácter violento y rebelde y a su temprano alcoholismo, visitó repetidas veces los reformatorios y prisiones, donde tuvo la fortuna de conocer a un sacerdote jesuita que le enseñó a leer y escribir y a apreciar los autores de la Literatura Universal. Una vez libre, en 1954, inspirado por un vagabundo que le recita el sermón de la montaña, escribe su primera canción, 'Vuele bajo' y cinco años más tarde tocaba y cantaba profesionalmente.

Con Atahualpa Yupanqui y José Larralde como modelos, se trasladó a Mar de Plata donde logró empleo en un Hotel bajo su primer nombre artístico: El Indio Gasparino. Compuso y grabó innumerables canciones y poemas que inspiraron a millones. Su tema más universal, escrito en 1970, 'No soy de aquí ni soy de allá', fue uno de las muchas canciones que desde entonces han recibido versiones -más de 500- de otros artistas internacionales y latinos como Neil DiamondAlberto Cortez, Julio Iglesias o Pedro Vargas.

En 1976, debido a la llegada al poder de la dictadura militar argentina, emigró a México donde continuó con su carrera. En 1978 perdió a su mujer y a su hija de un año en un accidente de avión, un hecho que lo tuvo un tiempo sumido en una fuerte depresión que logró sacudirse de encima en India, ayudando a la Madre Teresa en su labor con los leprosos. Siguió viajando y tocando por todo el mundo y se estima que visitó 165 países y cantó en ocho idiomas diferentes.

Regresó a Argentina en 1984 donde se le recibió triunfalmente en un recital que ofreció en el Luna Park. En los años 90 realizó una gira internacional y una gira conjunta con Alberto Cortez, 'Lo Cortez no quita lo Cabral', en la que unían humor y poesía con los temas que hicieron famosos a ambos. Por otro lado, Cabral encontró tiempo en su carrera musical para escribir 66 libros y en 1996 fue nombrado 'embajador de la paz' por la UNESCO, sin olvidar que fue nominado en un par de ocasiones al Premio Nobel de la Paz.

Fue diagnosticado a los veinte años con cáncer de huesos y los médicos le dieron unos meses de vida. Sin embargo, logró sobrevivir muchos años en los que fue inspiración para muchos. Una de sus frases más conocidas fue: "Siempre le pregunto a Dios, ¿por qué a mí tanto me diste? Me diste miseria, hambre, felicidad, lucha, luces... vi todo. Sé que hay cáncer, sífilis y primavera, y buñuelos de manzana". Ya casi invidente, él mismo resumió en una nota: "Fue mudo hasta los 9 años, analfabeto hasta los 14, enviudó trágicamente a los 40 y conoció a su padre a los 46. El más pagano de los predicadores cumple 70 años y repasa su vida desde la habitación de hotel que eligió como última morada".

En julio de 2011, mientras se encontraba de gira por Guatemala, Facundo Cabral fue tiroteado por unos pistoleros desconocidos cuyo objetivo era el empresario Henry Fariña, quien conducía el coche que transportaba a Cabral y a su representante artístico al aeropuerto internacional La Aurora de Guatemala. Cabral fue alcanzado por ocho disparos y murió en el acto mientras que Fariña, aunque herido, escapó con vida.
Cabral fue, como comenta Leonardo Padrón en una extraordinaria entrevista que realizó con el cantautor: "...una suerte de sacerdote de la guitarra y la palabra, un cantor imposible de obviar de la historia musical latinoamericana. Tan sencillo y demoledor como que Facundo Cabral tenía que existir..."