El 17 de abril de 1970 se publicó en Inglaterra el álbum
'McCartney', primer trabajo en solitario de
Paul McCartney, que significaba la confirmación oficial y definitiva de un hecho que muchos se negaban a aceptar: la separación de los
Beatles. El disco salió a la calle dos semanas antes de que 'Let it Be', el último trabajo 'oficial' (que no cronológico) del cuarteto, viera la luz.
Una semana antes de la aparición de 'McCartney' (también llamado 'el de las cerezas') se filtró una nota de prensa promocional en la que se le hacían tres preguntas a Paul: "
¿Está Vd planeando la grabación de nuevo single o álbum con los Beatles?". Respuesta:
"No". "¿Es posible que el tándem Lennon/McCartney se vuelva a reunir para componer juntos?". Respuesta:
"No". "¿Echa de menos a George Martin? ¿Ha habido algún momento, por ejemplo, en el que dijera: Me gustaría que Ringo estuviera aquí?". Respuesta:
"No".
Echar de menos a los
Beatles era la última cosa que se le pasaba por la cabeza a Paul. Al contrario, su mente estaba puesta en reivindicar su nuevo status de artista solitario, componiendo, interpretando, grabando y produciendo -él solo- su álbum debut en su casa de St. John's con un
Studer de cuatro pistas y un solitario micrófono. Paul toca todos los instrumentos, bajo, batería, guitarra acústica y eléctrica, piano, melotrón, órgano y xilofón. La única persona aparte de él que recibe créditos en el álbum es su esposa Linda, que aporta segundas voces y realizó las fotografías de la familia feliz que ilustran la portada del disco.
Años más tarde, McCartney confesaba que fue el álbum en solitario que más disfrutó:
"Linda y yo estábamos recién casados y teníamos un bebé, así que disfrutábamos ese resplandor dorado que te da el primer año de matrimonio". Esa felicidad se reflejaba en canciones como
'The lovely Linda' y
'Maybe I'm amazed', una de sus mejores canciones (que demuestra quien fue el arquitecto del sonido de 'Abbey Road' y que llegaría a ser un hit años después -1977- en su versión en directo del álbum 'Wings over America') y
'Every night'.
También se vio el lado experimental de McCartney que, a antiguos descartes de los
Beatles, como
'Teddy Boy' o
'Junk', añadió nuevos instrumentales, como
'Valentine Day',
'Momma Miss America' o
'Hot as sun/Glasses', que fue escrita en 1959 en tiempos de los
Quarrymen y otros que parecen más bien piezas inacabadas o garabatos musicales influidos por el cannabis, como
'That would be something',
'Oo You' y 'Kreen-Akrore', en la que nos demuestra su soltura con las baquetas. En
'Man we was lonely' se oyen muestras de lo que está por venir ('Another day' y 'Ram').
Los fans respondieron y 'McCartney' alcanzó el nº1 de las listas americanas en su tercera semana de publicación, aunque no hubo single de presentación. A pesar de que -ironías del destino- 'Let it be', con su discutida mezcla de
Phil Spector le arrebató el nº1 tras otras tres semanas de permanencia, 'McCartney' consiguió lo que Paul había pretendido: consolidar al ex-Beatle como artista en solitario.