Jim y su padre |
Jim en la UCLA en 1962 |
Sin embargo, nunca se llegó a identificar con ella e incluso la desdeñaba en buena medida debido a su nihilismo. Su visión del mundo estaba muy alejada de cuestiones hippies fundamentales, como el acercamiento al espíritu a través de la meditación, el vegetarianismo o la astrología. Devoraba obras de Friedrich Nietzsche, Jack Kerouac, Arthur Rimbaud, el conde de Lautréamont, Emanuel Swedenborg, Gérard de Nerval y William Blake, entre muchos otros. Sus profesores de la universidad charlaban largamente con Jim sobre libros de este tipo. Según declaraciones de algunos, "parecía como si él mismo hubiera escrito esos libros; la mayoría de los otros alumnos no llegaban a comprenderlos como él".
En 1965, tras graduarse en la Universidad de California, tuvo un encuentro casual con Ray Manzarek, ex compañero de clases en la universidad y también músico (que estaba al frente de la banda Rick and the Ravens). Con intención de difundir su poesía, Jim le mostró un par de trabajos que podían ser musicados. Manzarek pidió que le cantara alguno y Jim, sentado en la suave arena de Venice, tímidamente, entonó los primeros versos de 'Moonlight drive'. Al escucharlo, Manzarek quedó sorprendido por su talento y le pidió que formaran una banda de rock, lo que Jim aceptó "para ganar un millón de dólares", como ya siendo famosos comentaran. Después de varios cambios en la alineación de la banda, terminaron conformando The Doors, con Ray Manzarek en los teclados, Robby Krieger en la guitarra y John Densmore en la batería (estos dos últimos procedentes del grupo The Psychedelic Rangers), además de la voz de Jim.
Después de dar muchos conciertos por locales de Los Ángeles, consiguieron un contrato para tocar en un bar conocido como Whisky a Go Go. Noche tras noche tocaban sus temas más populares, entre los que se encontraba una larga canción compuesta a base de improvisaciones denominada 'The End'. Morrison añadía o quitaba de ella versos a placer, dependiendo de su estado de humor. Un día, después de haber consumido grandes cantidades de alcohol, marihuana y LSD, Jim tuvo que ser llevado por sus compañeros casi a rastras hacia el bar y, de alguna forma, lograron hacerlo cantar. Al llegar a la interpretación de 'The End', tal como hacía siempre, comenzó a improvisar sobre la música, pero aquel momento habría de terminar formando parte no sólo de la leyenda de The Doors sino de la cultura rockera en general.
-Father? (¿Padre?)
-Yes, son? (Sí, hijo.)
-I want to kill you... (Quiero matarte.)
-Mother? (¿Madre?)
-I want to... fuck you!!!. (Quiero... ¡follarte!)
Claro que en la versión grabada para su primer álbum, esta última frase será sustituida por un grito de Morrison. En cualquier caso, para el dueño del local, aquello fue demasiado y los echó mientras, según se cuenta, todo el público gritaba de emoción. Paul A. Rothchild, productor y por aquel entonces dueño de la empresa discográfica Elektra Records, se encontraba allí aquella noche y siguió al grupo hasta la puerta trasera, donde les mostró su admiración y les propuso grabar un disco cuanto antes.
En 1967, los Doors firman con Elektra Records y publican su primer single, 'Light my fire', escrito por Robbie Krieger y que escala los puestos de Billboard duarnte el famoso verano del amor de 1967. Pronto fueron invitados por Ed Sullivan para actuar en su show televisivo. Como Morrison se negó a cambiar la letra de 'Light my fire', sustituyendo la palabra 'higher' (que hacía referencia a las drogas) por 'better' -de hecho la cantó con su letra original-, Sullivan montó en cólera, les negó el saludo tras la actuación y dijo que nunca más volverían a actuar en su show, a lo que Morrison replicó: "¿A quién le importa?. De hecho, ya lo hicimos".
The Doors continuaron realizando actuaciones memorables y grabando álbumes ya clásicos en la historia el rock como 'Strange Days' (1967), 'Waiting for the sun' (1968) y 'The Soft Parade', con temas como 'Love me two times', 'People are strange', 'When the music's over', 'Hello I love you' y 'Touch me'.
Pero en 1969 el aspecto físico de Jim cambió dramáticamente. El dios del rock que otrora portaba negros pantalones de cuero, ahora se asemejaba más a un leñador luciendo unos cuantos kilos de más y una descuidada barba, aparentemente para escapar de su imagen de 'rey lagarto'. Asímismo su actitud provocadora en escena, perturbando el orden público, hizo que sus conciertos fueran prohibidos en varias ciudades de los Estados Unidos.
El 1 de marzo de 1969, fue llevado a juicio a raíz de una actuación en la que algunos asistentes afirmaron que enseñó su pene y simuló una masturbación, entre otras cosas (aunque no hubo pruebas fehacientes). Condenado por varios cargos, Morrison quedó en libertad pagando una fianza de 50.000$, pero quedando estigmatizado de por vida. "Creo verdaderamente, que se ha querido acusar un determinado modo de vida, que un hecho concreto" (Jim Morrison) Cuatro décadas después, en una revisión del caso efectuada el 9 de diciembre de 2010, se revocó la sentencia a modo póstumo, para, según palabras del gobernador de Virginia, "corregir una injusticia".
Mientras tanto, tras 'The Soft Parade', la banda había publicado 'Morrison Hotel' (1970), para muchos la mejor obra del grupo, con temas como 'Roadhouse blues', 'Waiting for the sun', 'Ship of fools' e 'Indian summer'. Unos meses después, su productor habitual, Paul Rothchild, tras escuchar 'Riders on the Storm', una de las nuevas grabaciones para el siguiente disco, 'LA Woman', y tacharla de 'música de cóctel', deja de colaborar con The Doors. Con la ayuda del ingeniero Bruce Botnick, el grupo acaba el álbum con temas como 'Love her madly', 'LA Woman' y 'Riders on the storm', que fue la última pieza grabada por Jim Morrison y los Doors. En este momento The Doors, estaba considerada una de las más importantes bandas de rock del planeta, junto con Beatles, Rolling Stones, Cream, Led Zeppelin y The Who.
Jim y Pamela en 1971 |
“Si existe un tipo capaz de escenificar su propia muerte –creando un certificado de muerte ridículo y pagando a un doctor francés– , poner un saco de cien kilos dentro del ataúd y desaparecer a alguna parte de este planeta –África, quién sabe– ese tipo es Jim Morrison. Él sí sería capaz de llevar todo esto a buen puerto”.