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13 abril 2012
LP 'Catch a Fire'
El 13 de abril de 1973 se publicó en el Reino Unido bajo Island Records y producción de Chris Blackwell, el debut internacional del grupo jamaicano The Wailers, 'Catch a Fire'. No solo fue el primer disco de reggae que irrumpía en el mercado rock, también fue la colaboración definitiva de Marley con Peter Tosh y Bunny Livingston.
The Wailers en los años sesenta
Hasta el lanzamiento de 'Catch a Fire', fuera de Jamaica, el reggae era considerado una curiosidad que podía alcanzar ocasionalmente las listas pero que no estaba destinada a durar ni a ser tomada en serio. La etiqueta 'world music', que podía haber legitimado –en los mercados anglófonos– la música producida fuera de los países centrales, no sería inventada por la mercadotecnia de las multinacionales hasta diez años más tarde. Hizo falta la aparición de un disco que provocara a la vez credibilidad, admiración y buenas ventas para convertir al reggae en algo más que una rareza.
The Wailers en 1972
Para 1972, Marley ya llevaba más de diez años tocando y grabando con distintos grupos, casi siempre junto a Bunny Livingstone y Peter Tosh, al principio bajo el nombre The Teenagers (en 1963 ninguno de los integrantes había cumplido los 20 años) y, finalmente, tras algunas interrupciones, como The Wailers. Con este nombre, habían obtenido varios éxitos en Jamaica, en especial gracias a la colaboración de Lee 'Scratch' Perry, quien no sólo aportó a los Wailers la base rítmica colosal de Aston 'Family Man' Barrett y su hermano Carlton, bajista y batería de su banda The Upsetters, sino que produjo las mejores sesiones que grabó el grupo en los años sesenta.
Sin embargo The Wailers continuaban siendo desconocidos en el resto del mundo. Johnny Nash, un cantante norteamericano afincado en Jamaica, que sí era algo más conocido en EE.UU. iba a grabar en Londres su álbum más popular, 'I can see clearly now' y en él se incluían tres temas compuestos por Marley, incluido 'Stir it up'. Los Wailers y los hermanos Barrett volaron a Londres y participaron en la grabación, con la esperanza de que a continuación se materializase una gira con Nash. Los productores británicos de CBS se interesaron en la música de la banda y les grabaron 'Reggae on Broadway' que tuvo unas ventas muy pobres. Además, la supuesta gira con Nash, que obtuvo un gran éxito con su álbum, nunca se produjo.
Chris Blackwell
En un último intento de rentabilizar su visita a Londres, los Wailers visitaron los estudios de Island Records, localizados en una antigua capilla de Basing Street. Allí conocerían al hombre que cambiaría sus vidas y sus fortunas. Chris Blackwell era un blanco que había crecido en Jamaica. En la isla fundó Island Records en 1959 y tres años más tarde, se estableció en Londres. El sello había distribuido ya numerosos singles jamaicanos, entre ellos, varios sencillos de los Wailers. Más recientemente, Blackwell había logrado entrar con fuerza en el mercado del rock con artistas exclusivos como Traffic, Free, Cat Stevens y Roxy Music. Con los años Island llegaría a ser el mayor sello independiente del planeta.
A Blackwell le gustó lo que vio y oyó, por lo que les ofreció un trato. A cambio de un adelanto de 4.000 libras, la banda grabaría un álbum en Jamaica. Esto era una novedad en el mundillo del reggae, dominado por un mercado compuesto mayoritariamente de discos sencillos, pero Marley, Tosh y Livingston aceptaron la oferta.
The Wailers en 1972
The Wailers volvieron a Jamaica y se pusieron manos a la obra. Durante el mes de octubre de 1972 se grabaron las bases de 'Catch a Fire' en tres localizaciones distintas de Kingston: los Dynamic Sound Studios, Harry J. Studios y Randy's Studios. Bunny Wailer explicó el proceso: "Nos lo tomamos con mucha disciplina. Teníamos que encontrar una fórmula aceptable que nos cuadrara a los tres. Así que grabamos una poderosa base rítmica basada en los fundamentos del reggae y le fuimos añadiendo detalles de color aquí y allá que no desvirtuaran la raíz reggae y que a la vez, hiciera el producto más atrayente para el mercado internacional"
The Wailers en 1973
En total se grabaron nueve temas de Marley (de los cuales aparecerían siete en el vinilo oficial y los dos restantes se añadieron en la reedición a CD de 2001) y dos de Peter Tosh.
Cuando se le pidió a Marley que describiera su música, respondió: "Simplemente nos juntamos los tres e hicimos lo que sabíamos. No existió una influencia directa en nuestro trabajo. Sólo que en ésta ocasión teníamos el dinero que Chris Blackwell nos adelantó y podíamos entrar en el estudio de grabación sin fijarnos demasiado en el tiempo. En Jamaica, los músicos tienen que trabajar a contrarreloj, porque cuando el tiempo de estudio se acaba, han de salir de él estén o no contentos con el resultado"
Blackwell visitó el estudio de grabación cuando se encontraban grabando 'Slave Driver'. En las notas de la reedición Deluxe de 2001, en las que se incluían las 'Jamaican Sessions', es decir, el producto original -reggae sin adulterar, tal como sonaba en Kingston-, el productor describía sus impresiones: "¡Estaba eufórico! Era como asistir al nacimiento de algo que resultaba ser exactamente como te lo habías imaginado. La música era fantástica, pero había algo más - el hecho de que aquello se terminó realizando a pesar de las dudas que muchas personas albergaban al respecto"
Tras la grabación, Marley viajó a Inglaterra con los masters de ocho pistas, pero Blackwell juzgó que su sonido era demasiado crudo, demasiado ascético y áspero para el oído del consumidor de rock (habituado en ese momento a la idea de 'alta fidelidad' y a las cascadas de teclados del rock sinfónico).
Marley y Blackwell pasaron varios meses puliendo y remezclando el trabajo. John 'Rabbit' Bundrick, un músico tejano que solía trabajar con Johnny Nash, añadió algo de sintetizador, clavinet y órgano. El guitarrista americano Wayne Perkins dobló los solos de guitarra, algunos tocados con slide, como en 'Baby, we've got a date (Rock it baby)', 'Stir it up' y 'Concrete jungle'. Robbie Shakespeare rehizo sus partes de bajo en 'Concrete jungle'.
Blackwell describió su papel en el libro 'Marley's Legend' de Jim Henke: "Bob dirigió todas las sesiones y grabó todas las pistas. Yo me encargué básicamente de la mezcla añadiendo algún arreglo que otro -con la autorización de Bob- y de organizar el orden de los temas para el álbum. Alguien le preguntó a Bob una vez si yo produje el álbum, a lo que él respondió que no. Dijo que yo fui su traductor" y añadió: "Marley tenía una personalidad extraordinariamente carismática. Poseía una especia de aura, un sentido de grandeza. Sentí que Bob podía a llegar a ser más importante que Jimi Hendrix"
Peter Tosh
Gran parte de la atracción del álbum residía en la sinceridad y consecuencia que exhibían éstos jóvenes idealistas procedentes de la calle, los cuales miraban a su alrededor y pensaban que podían cambiar el mundo a través de su música y sus letras. Marley canta sobre el estado de la pobreza en las ciudades ('Concrete jungle') y conecta el presente con injusticias del pasado ('Slave Driver'). Pero Bob posee un registro más amplio y es capaz de escribir tiernas canciones de amor como 'Stir it up'. Peter Tosh canta la voz solista en sus dos composiciones y su talento y su poderosa presencia en el álbum hacían entrever su futura carrera en solitario. Marley compuso y cantó la mayoría de los temas, pero este álbum fue, claramente, la perfecta colaboración de una banda entre sí y su productor.
Cubierta original de 'Catch a Fire'
La cubierta de las primeras 17.000 copias del vinilo original, diseñada por los artistas gráficos Rod Dyer y Bob Weiner, simulaba un mechero Zippo. La parte superior del 'encendedor' se abría y se podía extraer el disco. Sin embargo, requería manipulación manual, lo que no permitía fabricarlo a gran escala ya que iba a incrementar sensiblemente el precio de un producto que debía ser para consumo masivo, por lo que, en ediciones posteriores se eligió la portada, más conocida, en la que Marley aparece fumando un enorme porro.
The Wailers en 1973
No fue un éxito inmediato, en parte debido a las letras socialmente comprometidas, pero cuando Blackwell los llamó a Londres para promocionar el álbum, las cosas empezaron a cambiar. El mes de mayo de 1973 tocaron cuatro días seguidos ofreciendo dos sesiones por noche en el club londinense The Speakeasy.
"Sabíamos que teníamos buenas vibraciones, que teníamos un mensaje que comunicar y la integridad suficiente para llevarlo a cabo. Recibíamos la inspiración del Altísimo. Y la religión también incluye la música y los sonidos, porque la palabra y el sonido es poder. Y decidimos llevarlo al siguiente nivel que se estableció a finales de los sesenta. Tras tocar en The Speakeasy, no dejaran de aparecer periodistas de revistas, radio y TV que querían conocer nuestro mensaje. Después de aquello, todo fue mágico". A continuación comenzaron una gira por el Reino Unido que se extendió en verano a los EE.UU. y a final de año, de vuelta a Inglaterra.
Esencial en cualquier colección de música popular, 'Catch a Fire' fue el álbum que mostró la verdadera novedad del reggae de un modo tal que oídos ingleses y norteamericanos pudieran apreciarla, y lo llevó a ser, probablemente, el sonido más influyente de la década del 70. Hecho que se consolidó, hay que aclarar, después de que, en 1974, Eric Clapton hiciera su célebre cover de 'I shot the sheriff', cuya versión original se encuentra en 'Burnin’ (1973), el siguiente disco de los Wailers y el último en que Marley, Tosh y Bunny tocaron juntos. A partir de entonces, los discos de Marley aparecerían como 'Bob Marley & The Wailers'.
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