10 noviembre 2019

Ennio Morricone


El 10 de noviembre de 1928 nació en Roma el compositor y director de orquesta italiano Ennio Morricone, uno de los más prolíficos e influyentes compositores de bandas sonoras de su era.  Considerado uno de los más grandes autores de música para el cine de todos los tiempos, escribió partituras para más de 500 films y producciones televisivas. Su producción, eminentemente cinematográfica, es vastísima y sumamente heterogénea, siempre centro de polémicas, objeto de odios y amores.

Hijo de un trompetista y de una ama de casa, Ennio Morricone fue el mayor de cinco hermanos. Su familia, de clase media y afincada en el barrio del Trastevere, vivió durante mucho tiempo sin penurias, pero también sin lujos, únicamente con el sueldo del padre, hasta que la madre probó fortuna trabajando en una tienda de ropa. Curiosamente, en la escuela coincidió con Sergio Leone, quien con el tiempo se convertiría en realizador y para el que el futuro compositor escribiría bandas sonoras.
Con sólo diez años, y tras foguearse en la orquestina aficionada de Constantino Ferri, Morricone se matriculó en el Conservatorio de Santa Cecilia para estudiar trompeta bajo la tutela de Umberto Semproni, y tres años más tarde fue escogido entre otros estudiantes jóvenes para formar parte de la orquesta de la institución, con la que realizó una gira por el Véneto bajo la dirección de Carlo Zecchi.

En 1943, viendo las impresionantes dotes de Ennio Morricone para la armonía, el profesor Roberto Caggiano lo animó a iniciar seriamente los estudios de esta disciplina. Al completar el curso en sólo seis meses, le sugirió que encaminase su formación hacia la composición. Esto fue lo que hizo al año siguiente, al estudiar con Carlo G. Gerofano y Antonio Ferdinandi. El director Alberto Flamini lo escogió como segundo trompa para su orquestina, en la que doblaba las líneas del primer trompeta, que no era otro que Mario Morricone, su propio padre. Con esta formación se acostumbró a los escenarios profesionales, tocando en diversos hoteles de Roma para las tropas americanas establecidas en territorio italiano al término de la II Guerra Mundial.

Después de obtener el título de trompetista, inició su carrera como compositor, dedicándose particularmente a la música vocal y de cámara. Su producción “culta” abarca piezas corales, lied, música incidental y de cámara. Durante la década de 1950 completó su formación compositiva de la mano del gran Godofredo Petrassi. En 1955 comenzó a arreglar música para películas, actividad que interrumpió por su servicio militar. Un año después se casó con Maria Travia, y al siguiente tuvo a su primer hijo, Marco. Por motivos exclusivamente crematísticos, en 1958 aceptó un empleo como asistente de dirección para la RAI, pero el primer día de trabajo abandonó. En lugar de eso, y todavía influido por el vanguardismo de su maestro Petrassi, se matriculó en un seminario impartido por John Cage en Darmstadt. El dinero venía de un lado bien distinto: sus arreglos para series de televisión.

Es difícil imaginar qué hubiera sido de la posterior carrera de Morricone si las circunstancias lo hubieran convertido en otro de los compositores italianos de vanguardia (Berio, Nono…) que triunfaron en el entorno de Darmstadt durante la década de 1960. Pero la historia quiso que en 1961, el mismo año en que nació su hija Alessandra, compusiera su primera banda sonora para el cine. Se trataba de la música para el filme “Il Federale”, de Luciano Salce. En 1964 comenzaron sus colaboraciones para Bernardo Bertolucci y Sergio Leone.

Curiosamente, fue el cine de este último el que le dio fama: la pegadiza melodía de “Por un puñado de dólares” le reportó una inmensa popularidad y un montón de nuevos encargos: Pier Paolo Pasolini y Giulio Pontecorvo, entre otros, reclamaron sus servicios. Al mismo tiempo, formaba parte del Gruppo Internazionale d’Improvvisazione. La creciente actividad cinematográfica le haría abandonar a finales de la década la faceta “culta” de su producción, sobre todo a raíz del estruendoso éxito de la música para “El bueno, el feo y el malo” (1966), de Sergio Leone.


La fórmula de Morricone era tan sencilla como efectiva: orquestaciones poco densas, pero con un sonido seco y transparente que años más tarde inspiraría a muchas bandas de rock, temas que se clavaban inmediatamente en la memoria del oyente, y un enorme respeto por la trama y los personajes del filme. Músico de gran intuición, Morricone dejaba “hablar a la historia” y huía de divismos de autor. No olvidemos que una curiosa teoría de Morricone es la de que la música de una banda sonora no pertenece al compositor, sino al filme: “Lo que prima es la necesidad de la historia que cuenta la película”.

A partir de 1970 inició una nueva actividad, la pedagógica. Maestro de composición en el Conservatorio de Frosinone, tuvo como alumnos a Luigi de Castris y Antonio Poce, entre otros. Esta etapa favoreció un cierto retorno a su faceta de autor, en forma de una colaboración con el Studio R7 de Música Electrónica. Un año más tarde, después de trabajar siempre en Europa, aceptó un encargo americano, concretamente del gran Edward Dmytryk, para quien compuso la música de “El factor humano”. Su relación con Estados Unidos nunca fue positiva: el estilo de vida estadounidense no le atraía en absoluto, se negó a instalarse en Los Ángeles y más aún a aprender inglés.

Aun así, fue nominado cinco veces al Oscar, la primera en 1979 por el western “Días del cielo”. Después de veinte años de una actividad monstruosa, lo que implicaba una producción de calidad harto desigual, en 1983 se convirtió en miembro del Consejo de Administración de la asociación Nuova Consonanza, dedicada a la música contemporánea, y redujo drásticamente su producción para el cine. A pesar de ello, tuvo tiempo de firmar en 1984 la que muchos consideran su mejor partitura: la banda sonora de “Érase una vez en América”, el último filme de su amigo Sergio Leone.


En 1986 fue nominado por la banda sonora de “La misión”, de Roland Joffé, pero sorprendentemente tampoco se llevó el Oscar, una decisión por parte de los miembros de la Academia de las Artes y las Ciencias de Hollywood que a día de hoy aún le resulta incomprensible a muchos.

Dos años más tarde volvió a quedarse a las puertas de la gloria con una tercera nominación, por “Los intocables de Elliot Ness”, de Brian de Palma. En 1988, compuso la banda sonora de la película “Cinema Paradiso” (Love theme), dirigida por Giuseppe Tornatore, que ha despertado tanta admiración entre sus espectadores precisamente por el trascendental papel que desempeña su música, convirtiéndose además en una de las bandas sonoras más populares en el campo de la música cinematográfica,

Aún volvería a ser nominado en otras dos ocasiones: en 1992, por “Bugsy”, de Barry Levinson y en 2001, por “Malena”, de Giuseppe Tornatore. Esta reticencia siempre se ha interpretado como un voto de castigo de la crítica estadounidense por la actitud de un artista de reconocida militancia europeísta. Volcado hacia finales de la década de 1980 y la primera mitad de la década de 1990 en su producción culta, Morricone recibió un auténtico rosario de premios, homenajes y reconocimientos en forma de programaciones y ciclos de conciertos a lo largo y ancho de toda la geografía italiana. La culminación fue la concesión, por iniciativa del primer ministro Oscar Luigi Scalfaro, del título de Commendatore dell’Ordine Al Merito della Reppublica Italiana en 1995.

Sorprendentemente, en la edición de los Oscar de 2007, Ennio Morricone recibió por fin una estatuilla por parte de la Academia, en reconocimiento a su inmensa carrera. Un premio que llegó cuando Morricone ya no lo necesitaba, pero que, según reconoció, “finalmente me lo quedaré”. Otra composición más reciente de carácter notable fue la banda sonora de la película “Baarìa” (2009).

Morricone, continuó trabajando a su ritmo para el cine y la televisión, fue siempre un personaje de trato difícil, seco y hostil con la prensa e implacable con el diletantismo. Aseguraba no comprender el éxito de su música, que atribuía a la claridad temática y a la simplicidad armónica de muchas de sus composiciones, y afirmó estar convencido de que no volvería a trabajar jamás en Estados Unidos. Crítico con todos los sectores, incluidos los de su medio, afirmaba que “como los realizadores no saben demasiado de música, preparo siempre tres orquestaciones diferentes para mis temas”.

Siguió componiendo y en 2013 se estrenó 'La mejor oferta' de Giuseppe Tornatore, cuya banda sonora fue obra de Morricone. Asimismo le fue encargada la música para una nueva versión animada de el 'El fantasma de Canterville' (2014) dirigida por Kim Burdon. El año 2015 fue autor de la banda sonora del western de Tarantino 'The hateful eight', por la que recibió un Globo de oro y un Premio de la Academia por mejor banda sonora original. Falleció en julio de 2020 a los 91 años

09 noviembre 2019

Phil May


El 9 de noviembre de 1944 nació en Dartfoird, Kent, el cantante y letrista británico Phil May. Phil es conocido por ser el fundador en 1963 y cantante solista del grupo inglés The Pretty Things, que en su día fueron bautizados por la prensa como 'los primos feos de los Rolling Stones'. De hecho, para muchos aficionados, Phil y sus muchachos no tenían nada que envidiarle a los Stones sino que incluso los superaban. Su lema consistía en provocar y May se jactaba en 1964 de llevar el 'pelo más largo' de Gran Bretaña. Cuando en 1973, Bowie irrumpió en la escena, Van Morrison comentó: "David Bowie hace exactamente lo mismo que solía hacer Phil May de los Pretty Things, sólo que con otra ropa".

The Pretty Things en 1964
Los orígenes de la banda se remontan a 1962, cuando el joven bajista Dick Taylor abandona la formación Little Boy Blue & the Blue Boys (una versión temprana de los Rolling Stones en la que militaban Mick Jagger y Keith Richards) para formar junto a Phil May el grupo Pretty Things, nombre inspirado en el tema 'Pretty thing' de Bo Diddley. Phil era la voz solista y el letrista del grupo, Dick se encargaba de la guitarra y como sección rítimica reclutaron a Brian Pendleton como segundo guitarrista, John Stax al bajo y Vivian 'Viv' Prince a la batería.

Comenzaron a ofrecer conciertos por los alrededores de Londres y pronto atrajeron la atención de la audiencia, no sólo por su sonido, también por su apariencia y comportamiento despreocupados, demostrando bastante más agresividad y provocación escénica que sus contemporáneos Animals, Stones o Yardbirds. Firman contrato con Fontana Records y su single debut, 'Rosalyn', se publica en junio de 1964 y alcanza el puesto 41 de las listas británicas. Unos meses más tarde aparece 'Don't bring me down', que alcanza el Top10 y en 1965 se publica su primer álbum, 'The Pretty Things'.

Phil May en 1966
La agresividad que mostraban en el escenario se trasladó a otros lugares y The Pretty Things comenzaron a ser vetados en numerosas cadenas de hoteles, compañías aéreas e incluso países como Australia y Nueva Zelanda por sus constantes escándalos. El más notorio en esta faceta fue el baterista Prince, que dejó la banda en 1965 tras una pelea que provocó a bordo de un avión en pleno vuelo. Su segundo álbum, 'Get the Picture?' se publicó a finales de 1965. Con más material original que su primer álbum, su sonido pasó de un R&B a un rock acústico y a pesar de contener el hit británico 'Midnight to six man', no tuvo éxito comercial. Hubo cambios en la formación y a Skip Alan, que había reemplazado a Prince en la batería, se le añadieron Wally Allen al bajo, sustituyendo a John Stax  y John Povey a los teclados.


Su nuevo intento, 'Emotions' era un trabajo más maduro que daba más protagonismo a la guitarra acústica y a las armonías vocales, pero desafortunadamente -según los miembros de la banda- la discográfica añadió arreglos de violines sin su aprobación y el disco despertó nulo interés, por lo que el grupo dejó Fontana y ficharon por Harvest.

'S.F. Sorrow' (1968)
Con el nuevo sello publican su siguiente trabajo 'S.F. Sorrow' en 1968. Basado en una historia corta de May y grabado a lo largo de un periodo de 18 meses en los estudios de Abbey Road, en una época en la que Pink Floyd grababa 'A Saucerful of Secrets' y los Beatles andaban enfrascados en su 'White Album', el álbum está considerado como la verdadera primera ópera rock de la historia, en la que se inspiró Townshend para componer 'Tommy' poco después. Con los temas unidos a través de una narración, éstos contenían efectos psicodélicos muy alejados de la raíces musicales de R&B de la banda. De nuevo la desgracia hizo que su trabajo tardara en publicarse un año en Estados Unidos -cuando ya se había publicado allí 'Tommy'- y fueron injustamente tachados de imitadores, por lo que 'S.F. Sorrow', que en Inglaterra tampoco alcanzó las listas de éxitos, también fracasó.

The Pretty Things en 1972
A finales de 1969 Taylor deja la banda, por lo que sólo permanece May de la formación original. Con Victor Unitt como su sustituto a la guitarra, los Pretty Things graban 'Parachute' en 1970. Continuando con la línea de experimentación psicodélica de la banda, el álbum es nombrado 'disco del año' por la revista Rolling Stone, pero a pesar de las buenas críticas y de sus constantes conciertos en directo, las ventas continúan siendo pobres, abocando al banda a la disolución en junio de 1970. En 1972 May lo intentó con una nueva formación, y publicó 'Freeway Madness' bajo Warner Records, de nuevo sin respuesta comercial.

The Pretty Things en 1974
Las cosas parecieron mejorar cuando Peter Grant, mánager de Led Zeppelin, se interesó por ellos y los fichó para el sello Swan Song. Aquí se aventuraron hacia un sonido hard rock más comercial y publicaron 'Silk Torpedo', cuyos temas 'Joey' y 'Singapore silk' fueron muy emitidos por las FMs y les dio la oportunidad de realizar una gira por Estados Unidos. Pero nuevamente, tanto este álbum, como su continuación 'Savage Eye' (1976) fueron un fracaso de ventas, lo que lleva a una segunda disolución del grupo. May forma un nuevo grupo llamado los Fallen Angels, mientras el resto continúa bajo el nombre Metropolis. Ninguno de los dos proyectos logran llamar la atención.

The Pretty Things en 1980
En 1980 May y Taylor vuelven a unir fuerzas para relanzar los Pretty Things. Los frenéticos ritmos y los parcos arreglos del rock new wave influyen en el álbum 'Cross Talk', publicado en Warner Bros. A pesar de demostrar que sabían adaptarse a los nuevos tiempos, el trabajo tampoco encontró mucha respuesta. Sin embargo la sociedad May-Taylor permaneció unida a lo largo de los años ochenta, realizando conciertos con diferentes formaciones.

The Pretty Things en 1999
A finales de los años noventa, May y Taylor lograron adquirir los derechos de sus primeras grabaciones y reeditaron sus cinco primeros álbumes en el sello británico Snapper. Al mismo tiempo, la formación de 1966 (May, Taylor, John Povey, Skip Allen y Wally Waller) se había reunido de nuevo para una serie de conciertos, uno de los cuales se celebró en 1998 en los estudios de Abbey Road, donde interpretaron el álbum 'S.F.Sorrow' en su totalidad con la ayuda de David Gilmour y Arthur Brown, concierto publicado más tarde como 'Resurrection'. Toda esta actividad les llevó a grabar en 1999 un nuevo álbum con nuevas composiciones. '...Rage Before Beauty', que fue muy bien recibido por la crítica. Posteriormente se editaron varios recopilatorios de la banda y en 2007 publicaron su undécimo álbum de estudio, 'Balboa Island'. El año 2013 celebraron su 50 aniversario como banda con una gira europea y su trabajo más reciente, 'The Sweet Pretty Things (Are in Bed Now, Of Course)' se publicó en julio de 2015. En 2018 la banda comunicó que a finales del año se retiraban de los escenarios y los conciertos programados se anunciaron como parte de una gira de despedida. May falleció en mayo de 2020 por complicaciones surgidas en una intervención quirúrgica de la cadera a consecuencia de un accidente de bicicleta.