22 diciembre 2012

Hawkshaw Hawkins


El 22 de diciembre de 1921 nació en Huntington (Virgina Occidental) el cantante de country Hawkshaw Hawkins, muy popular en Norteamérica durante los años cincuenta y principio de los sesenta.

Su primera guitarra la consiguió a cambio de cinco conejos que él mismo atrapó en el monte y con 16 años ya ganaba un concurso de aficionados en una emisora de su ciudad. A continuación formó un grupo, Hawkshaw and Sherlock with Clarence Jack, con el que se trasladó a Charleston a finales de los años treinta. En 1941 Hawkins formó parte de una revista musical con la que recorrió el país y dos años más tarde se alistó en el ejército. Sirvió primero en una base cercana a Paris (Texas), donde él y sus amigos tocaban en los clubes locales. Más tarde fue destinado a Francia, donde entró en combate y permaneció 15 meses. Su último destino fue Manila, donde también actuó por la radio.

De vuelta en casa, fue uno de los artistas habituales del programa WWVA Jamboree desde 1945 hasta 1954. En 1948 firmó un contrato con King Records en Cincinnati (Ohio) y sus primeras grabaciones alcanzaron el Top10 de las listas country, 'Pan american' y 'Dog house boogie'. A estas siguieron -todas en 1951- 'I love you a thousand ways', 'I'm waiting just for you' y 'Slow poke', que fue Top40 en las listas pop. Sin embargo, fue un hit menor, 'Sunny side of the mountain', la que se convirtió en su canción más emblemática.

En 1953 abandona el sello y tras unos años bajo contrato con Columbia y RCA, accede al Grand Ole Opry en 1955. En 1962 vuelve con King Records y graba su mayor éxito, 'Lonesome 7-7203', que debutó en las listas tres días antes de su trágica muerte el 5 de marzo de 1963 a bordo de la misma avioneta en la que perdieron la vida Cowboy Copas y Patsy Cline. Hawkins contaba 42 años y su segunda mujer, Jean Shepard -también cantante de country- esperaba el segundo hijo de ambos. Al mes siguiente, 'Lonesome 7-7203' se encontraba en lo más alto de las listas, donde permaneció cuatro semanas.

Edgard Varèse


El 22 de diciembre de 1883, nació en París, el denominado “Padre de la música espacial”, compositor vanguardista francés, Edgard Achille Charles Varèse, que vivió una larga etapa decisiva en los EE. UU.
Fue uno de los compositores más influyentes del siglo XX, famoso por su concepto de la música como conjunto de entidades móviles de sonido no dependientes de la melodía o de la armonía, sino del timbre, de la masa y de la relación espacial y uno de los pioneros del desarrollo de la música electrónica.

Estudió ingeniería, pero se dedicó posteriormente a la música contra la voluntad de su padre. Estudió con Vincent d'Indy en la Schola Cantorum de París (1909-05) y con Charles Widor en el Conservatorio de París (1905-1905), luego viajó a San Petersburgo, donde conoció a Strauss y Busoni. Todas sus primeras composiciones desaparecieron, con excepción de una sola canción publicada y una partitura orquestal, “Bourgogne” (1908), que llevó con él pero destruyó hacia el final de su vida.
En 1906 compuso “Un grand sommeil noir” para piano y soprano Opus 8 nº 1 (versión original) basado en un poema del francés Paul Verlaine.

Un grand sommeil noir
Tombe sur ma vie :
Dormez, tout espoir,
Dormez, toute envie !
Je ne vois plus rien
Je perds la mémoire
Du mal et du bien
Ô la triste histoire
Je suis un berceau
Qu'une main balance
Au creux d'un caveau :
Silence ! Silence !
-xxx-
“Un gran sueño negro
cae sobre mi vida:
¡Dormid, esperanzas;
Dormid, anhelos!
Ya no veo nada,
pierdo la memoria
del mal y del bien…
¡Oh, qué triste historia!
Yo soy una cuna
que una mano mece
en el fondo de un sepulcro:
¡Silencio, silencio!

Entre 1907 y 1915 vivió en Berlín y a continuación se estableció en la ciudad de Nueva York. En 1918 comenzó su principal creación para gran orquesta, “Amériques” 1/3, 2/3, 3/3 (Orquesta Sinfónica de Baden-Baden, dir. Michael Gielen y Barrie Gavin), obra que muestra una cierta influencia de Claude Debussy y de Ígor Stravinski pero que al tiempo crea un universo sonoro sin precedentes, donde los acordes y las sonoridades (incluidas sirenas y erupciones explosivas de sonido), son tratados como entidades independientes más que como parte de una secuencia melódica o armónica. En esta pieza se pretende crear una atmósfera cargada de los sonidos de una gran ciudad como Nueva York. Escuchamos las máquinas en las fábricas, los barcos remolcadores a lo largo del río Hudson pasar debajo del puente de Brooklyn, las sirenas de los trasatlánticos el ruido de una calle congestionada de vehículos,…etc. Es música agobiante, y nerviosa que transmite esa sensación de estrés tan cotidiana en nuestros días, pero quizás algo nueva para su época.


En 1921, él y Carlos Salzedo Jr. fundaron la International Composers' Group, que dió las primeras interpretaciones de algunas de sus obras para conjuntos pequeños, predominantemente de vientos y percusiones. Varèse también participó en la fundación de la Asociación Panamericana de Compositores en 1927. Ambas organizaciones tuvieron un papel crucial en la difusión de la obra de Aaron Copland, Charles Ives, Carl Ruggles, Carlos Chávez y el propio Varèse.

Entre los años veinte y treinta Varèse exploró estos conceptos en otras obras suyas como “Offrandes” (1921) para soprano y la orquesta con poemas de Vicente Huidobro y José Juan Tablada (Anna Steiger, soprano; dir. Boulez,); “Hyperprisme” (1922) para viento y percusión (Ensemble InterContemporain & Pierre Boulez) obra de las más breves del autor, donde explora la descomposición física del sonido, primer intento de espacialidad y la seducción por la riqueza tímbrica de los instrumentos. Tras el comienzo en la percusión es el trombón tenor quien expone la nota básica, idea fija a explotar en los demás vientos y el ataque de las trompas al unísono pone final a la obra.

Villa-Lobos y Varèse en Paris (1926)
Otras obras de esa década fueron “Octandre” (1923) (Gropius Ensemble); “Intégrales” (1925); (Ensemble InterContemporain & Pierre Boulez) y “Arcanes” (1927) para gran orquesta y en 1928, ya nacionalizado estadounidense, vuelve a Paris para experimentar con nuevas tecnologías: ondas Martenot y Theremin. En 1930 compone “Ionisation” (Ensemble InterContemporain, dir. Edgard Varèse) partitura exclusivamente para percusión, trece instrumentistas para treinta y siete elementos de percusión, incluídas dos sirenas, que desarrollan la variedad rítmica desde el comienzo en la caja y la idea fija presentada en el tambor militar hasta la solemne conclusión entre campanas, y en 1934 “Ecuatorial” (Chailly/ASKO Ensemble & bajo Kevin Deas) para coro masculino y orquesta, con partes dedicadas del instrumento del ruso Theremin.

De vuelta a los Estados Unidos, viaja a Santa Fe, San Francisco y Los Angeles y compone “Density 21.5” (1935)  (Jacques Zoon - Flute Solo, dir. Riccardo Chailly) para flauta sola compuesta para Georges Barrère. En 1946 compuso la pieza “Tuning Up”, aunque quedó incompleta. El musicólogo Chou Wen Chung terminó finalmente esta partitura, en la que destacan una gran riqueza tímbrica y sonoras absolutamente originales.
En 1954, tras un largo período sin componer, daría a luz una de sus obras más completas: “Déserts” (Choeurs de Radio France, Ensemble Intercontemporain & dir: Pierre Boulez) para orquesta y electrónica.En la que entre los cuatro episodios orquestales intercalaría tres Interpolaciones de Sonido Organizado (registros de sonidos variados en banda magnética).


A instancias de Le Corbusier y de Xenakis, para presentar el pabellón Philips de la Expo 1958 en Bruselas, Varèse montó una instalación de sonido e imagen denominada “Poème Électronique” (1958) que fue retransmitida a través de 425 altavoces situados en diferentes puntos del Philips Pavillion , diseñado por el arquitecto Le Corbusier.

Le Corbusier charla con Varése
Auténtica culminación de Varèse en la representación espacial y física del sonido, utilizando los recursos tecnológicos de la época tanto en su origen como en su demostración real, situando altavoces entre el público y en diversas estancias, generando una sensación tridimensional aprovechando además los sonidos reflejados en las paredes del propio edificio. Una colección elaborada de sonidos pregrabados organizados, nunca aleatorios y utilizando la arquitectura del edificio como parte integrante del diseño espacial de la música.

Pabellón Philips en la EXPO de 1958

Sus últimos años los dedicó a proyectos sobre temas de la noche y la muerte, como el “Nocturnal” (1961), por encargo de la Fundación Koussvitzky, obra inconclusa, para voces y orquesta de cámara. Edgard Varèse falleció en Chicago, el 6 de noviembre de 1965.

Este mago y estudioso del sonido fue influenciado desde muy joven por Satie, Debussy, Berlioz y R. Strauss, así como por Busoni. Desde muy temprano se vio atraído por las propiedades físicas del sonido (análisis espectral) que quiso explorar a través de sus composiciones, incluso hasta el escándalo, y cuya influencia duró décadas, siendo un pionero de la electroacústica. Así fijó su atención en algunas de sus cualidades: el timbre instrumental (color), utilizado desde la forma más agresiva al mayor refinamiento y en gran variedad de instrumentos; el ritmo, primitivo y generador de amplias dinámicas casi siempre abruptas. Ambas cualidades sonoras condicionaron su gusto por los medios electrónicos y las nuevas sonoridades: Theremin, Martenot, cinta magnética pregrabada, que le permitieron desarrollar su idea de sonido espacial.

Y por último conviene señalar una constante en sus estructuras musicales: la idea fija, a veces una simple nota y su apoyatura, repetitiva, como base de desarrollo. En vez de músico, se llamaba así mismo “operario de ritmos, frecuencias e intensidades”. La música de Varèse ha influido en artistas de vanguardia e incluso ha trascendido el ámbito de la llamada música clásica. Sus influencias pueden rastrearse en grandes como Boulez, Cage, Feldman, Nono, Stockhausen, Xenakis y Frank Zappa, quien lo tuvo presente en toda su larga y prolífica carrera. Sin olvidarnos de los espectralistas y toda la música planeadora del mundo pop-rockero de los setenta, dependiente de moog y melotrón.

Frank Zappa
Frank Zappa desde muy joven se impresionó con el disco mítico EMS 401 con algunas de las mejores obras de Varése. En el artículo “Ídolos de mi juventud” dice lo siguiente:
“En mi quince cumpleaños mi madre me dijo que me daba 5 dólares. Le dije que prefería hacer una llamada a larga distancia. Me imaginaba que el Sr. Varèse viviría en Nueva York porque el disco estaba hecho allí (y como era tan raro, tenía que vivir en Greenwich Village). Llamé a Información de Nueva York y, por supuesto, estaba en la guía de teléfonos. Contestó su esposa. Era muy amable y me dijo que estaba en Europa y que volviera a llamar a las pocas semanas. Lo hice. No recuerdo lo que le dije exactamente, pero fue algo así como: 'Me gusta mucho su música'. Él me dijo que estaba trabajando en una pieza nueva llamada 'Desiertos'. Esto me emocionó bastante ya que entonces vivía en Lancaster, California. 

Cuando tienes quince años y vives en el Desierto de Mojave y descubres que el mayor compositor del mundo, en algún laboratorio secreto de Greenwich Village, está trabajando en una canción sobre tu pueblo, te puedes excitar bastante.. Todavía pienso que 'Desiertos' trata sobre Lancaster, aunque las notas del LP de Columbia digan que es algo más filosófico. Durante todo el instituto busqué información sobre Varèse y su música. Uno de los descubrimientos más excitantes fue en la biblioteca del instituto de Lancaster. Encontré un libro sobre orquestación que tenía algunos ejemplos de partituras al final, e incluía un pasaje de 'Offrandes' con un montón de notas de arpa (y ya sabéis qué aspecto tan divertido tienen las notas de arpa). Me acuerdo que estuve adorando al libro como un fetiche durante varias semanas. 

Cuando tenía dieciocho tuve la oportunidad de ir a la Costa Este a visitar a mi Tía Mary en Baltimore. Había estado componiendo durante cuatro años ya pero todavía no había oído nada interpretado. Tía Mary me iba a presentar a un amigo de ella (un caballero italiano) que estaba relacionado con la sinfónica de allí. Yo había planeado hacer una escapada al misterioso Greenwich Village. Durante mi conversación telefónica del cumpleaños, Mr. Varèse había mencionado casualmente la posibilidad de una visita si estaba alguna vez por ese área. Le escribí una carta cuando llegué a Baltimore, sólo para que supiera que estaba por allí. La carta llegó. No me lo podía creer. ¡Una carta auténtica escrita a mano de Edgar Varèse! Todavía la tengo enmarcada. En letra muy pequeña de aspecto científico dice:
'Querido Sr. Zappa: Siento no poder atender a su petición. Me voy a Europa la próxima semana y estaré fuera hasta la próxima primavera. Espero en cualquier caso verle a mi vuelta. Con mis mejores deseos. Sinceramente, Edgard Varèse” 


Giacomo Puccini


El 22 de diciembre de 1858 nació en Lucca, localidad toscana, Giacomo Puccini, considerado uno de los más grandes compositores italianos de ópera de finales del siglo XIX y principios del XX. Giacomo Puccini, fue el más grande sucesor de Verdi, el compositor genial de “pequeñas cosas”, el creador de inolvidables personajes femeninos llenos de ternura y abnegación, autor de óperas que destacan por su emoción y teatralidad.

Iglesia de San Michele en Lucca
Giacomo Antonio Domenico Michele Secondo Maria Puccini pertenece a la quinta generación de los Puccini que sirvieron a la república y a la iglesia como compositores desde puestos oficiales de cierta importancia. A los 6 años falleció su padre dejando a siete huérfanos y una viuda en situación de pobreza.  De pequeño Puccini cantaba en el coro de la catedral de San Matino y de la iglesia de San Michele e inicia sus estudios musicales con su tío Fortunato Magi, director de Instituto Musicale Pacini, a quien las autoridades de Lucca le otorgan el cargo de organista y maestro de capilla con la condición de ceder el puesto a Giacomo Puccini cuando se encuentre capacitado para el mismo.  Giacomo empezó su carrera musical a los 14 años como organista en las iglesias situadas en los alrededores de Lucca y en 1874 se inscribió en el “Conservatorio Pacini” de Lucca, donde fue alumno de Carlo Angeloni, quien le hizo conocer las partituras de Giuseppe Verdi.

Puccini en 1876
Puccini progresó velozmente y pronto las iglesias de Lucca se lo disputaban como organista. Se destacaba por su facilidad para improvisar al piano y al órgano: mezclaba los temas de música religiosa con melodías de óperas de moda, memorizados tras asistir a los teatros locales. En marzo de 1876 hizo a pie el viaje de Lucca a Pisa para asistir a una representación de la “Aida” de Verdi, que produjo en él una fuerte impresión. En esa época comenzó a escribir sus primeras composiciones: “Preludio para orquesta en mi Mayor/menor” (1876) (London symphony Orchestra, dir. Antonio Pappano), el motete “Plaudite Populi” (1877) y un “Credo” (1878). A su regreso en 1880, presentó una de sus obras más significativas: la “Misa a cuatro voces”- Kyrie (The Reona Ito Chamber Orchestra & Chorus, dir. Reona Ito), en la que incorporó su anterior “Credo” Parte 1, Parte 2 (Corale S.s. Pietro & Paolo & Orchestra sinfonica Gaetano Donizetti di Gessate). La obra fue interpretada para la fiesta de San Paulino (12 de julio) en la iglesia homónima de Lucca.

En 1880 se traslada a Milán para completar sus estudios gracias a una beca concedida por la reina Margarita de Saboya. En 1882 presentaba en el Conservatorio su “Preludio Sinfónico en La Mayor” (University Orchestra of Berne)y en 1883 un “Capricho sinfónico” (Societá Filarmónica Pisana, dir. Lorenzo Bocci) para su fin de carrera. Allí coincide con Mascagni y, terminada su formación en el conservatorio, consigue que se represente su primera ópera escrita, “Le Villi”, con tal éxito que hasta el todopoderoso Verdi se interesa por el compositor. Son importantes las siguientes arias: - "Se io lo sapessi" (Czech Symphony Orchestra, Renata Scotto – soprano, dir. Armando Krieger). - “Se come voi piccin” (Kiri Te Kanawa, Vienna State Opera Orchestra) - “Anima santa della figlia mia” (Michele Kalmandi) - “Torna ai felici dì” (Plácido Domingo)

Animado, emprende la composición de su segunda ópera, “Edgar”- Aria "Addio, mio dolce amor!" (Angela Gheorghiu) con libreto de Ferdinando Fontana quien se basó en “La coupe et les lèvres”, una obra de Alfred de Musset, cuyo fracaso le amargó de tal manera que estuvo a punto de abandonar su carrera musical. Para consolarse, se lía con Elvira, la mujer de un amigo, un acaudalado comerciante de Lucca, y la pareja decide instalarse en Milán en medio de unas condiciones económicas verdaderamente complicadas.

Pero aquella relación fue más bien tormentosa debido a los celos totalmente justificados de ella, y Puccini, con grandes quebraderos de cabeza por tal situación, sólo pudo sobrevivir gracias a la ayuda económica dispensada por su amigo Ricordi. Fue entonces cuando acometió la composición de su tercera ópera, “Manon Lescaut”, realizada sobre un libreto en el cual había colaborado tanta gente (Marco Praga, Domenico Oliva, Liugi Illica, Giuseppe Giacosa…) que el día de su triunfal estreno en Turín, la noche del 1 de febrero de 1893, el mencionado libreto apareció como "anónimo".


Arias destacadas:
Acto I, donde la voz debe sugerir a un joven enamorado que ha de cantar el arioso "Tra voi, belle, brune e bionde..." (Hungarian State Opera House) y, sobre todo, una de las más famosas arias compuestas por Puccini "Donna non vidi mai..." (Luciano Pavarotti).

Ferdinando Fontana y Puccini
Acto II- Dúo con Manon "Oh, saró la piu bella!... Tu, tu amore" (María Callas y Giuseppe Di Stefano, Orchestra Del Teatro Alla Scalla of Milan, dir. Tullio Serafi) y también el aria "Ah! Manon, mi tradisce..." (Dorothy Kirsten, Giuseppe Valdengo; Orchestra of the Metropolitan Opera New York, dir. Giuseppe Antonicelli). Al final del segundo acto el “Intermezzo” es un pasaje musical casi "obligado" por su belleza (Filarmónica Arturo Toscanini & dir. Gioele Muglialdo) En el Acto III, las situaciones que se plantean requieren ya un tenor dramático para "Ah! Non v'avvicinate!" (Giuseppe di Stefano & Franco Ventriglia Orchestra del Teatro alla Scala di Milano, Tullio Serafin). En el Acto IV hay una preciosa intervención, "Manon, senti, amor mio. Non mi rispondi, amore". (Peter Dvorsky, Mirella Freni Vedi).

Con esta obra Puccini se consagra como uno de los principales operistas del momento y tanto dinero ganó que se permitió el lujo de adquirir una villa en Torre del Lago, en su Toscana natal, que pasaría a convertirse en su inaccesible refugio - a semejanza del Sant´Angelo de Verdi - y en donde dos meses después inicia la composición de "La Bohème", una ópera que tardó tres años en completar y que se vió constantemente interrumpida por largos períodos de abulia inventiva mezclados con frecuentes escapadas cinegéticas, una de las mayores pasiones del artista. La historia se ambienta en París en el período alrededor del año 1830. Fue finalmente estrenada el 1 de febrero de 1896 bajo la dirección de Toscanini en el mismo Teatro Regio de Turín y, si bien su éxito no fue como el de "Manon Lescaut", poco a poco fue imponiéndose, consagrándose definitivamente tras el grandioso éxito obtenido dos años más tarde en una representación efectuada en París.

 "la rappezzatrice" (la remendadora)
Se centra esencialmente en el amor entre la modista llamada Mimì y el poeta Rodolfo. Se enamoran nada más conocerse, pero Rodolfo más tarde quiere dejar a Mimì por su comportamiento coqueto. Sin embargo, resulta que ella está mortalmente enferma, y Rodolfo se siente culpable, pues su vida juntos ha empeorado su salud aún más. Se unen de nuevo por un breve momento antes de que ella se muera. En “La Bohème”, sobresalen las siguientes arias: Acto I - "Che gelida manina" (Qué manita más fría) (Berliner Philharmoniker, Herbert von Karajan & Luciano Pavarotti) Y "Sì, mi chiamano Mimi" (Sí, me llaman Mimí) (María Callas, soprano, Royal Philharmonic Orchestra); Aria "Donde lieta uscì" (Angela Gheorghiu como Mimì y Roberto Alagna como Rodolfo). Acto II - "Quando m'en vò" / Cuando voy (Anna Netrebko St. Petersburg Philharmonic Orchestra, dir. Yuri Temirkanov & Nikolai Alekseev).

Puccini, un músico prestigioso y con extraordinarios ingresos económicos, abordó entonces la composición de “Tosca”, después de mantener una fuerte disputa – asunto que era bastante habitual - con sus libretistas de turno. Finalmente, la obra obtiene un éxito apoteósico en el estreno llevado a cabo en el Teatro Constanzi de Roma el 14 de enero de 1900. Tosca es una ópera en tres actos, con libreto en italiano de Luigi Illica y Giuseppe Giacosa. El texto de la obra está basado en un intenso drama, La Tosca, de Victorien Sardou, presentado en París en 1887, donde actuaba la gran actriz Sarah Bernhardt.

Tosca es considerada una de las óperas más representativas del repertorio verista italiano, por su intensidad dramática, violencia y por contener algunas de las arias más bellas del repertorio. El argumento combina intriga, violencia y pasión. Musicalmente, la obra se mantiene en el estilo desarrollado por Puccini hasta el momento: continuidad del discurso musical, roto apenas por una o dos arias. Las escenas más impactantes son el “Te Deum” (Coro di Roma della RAI, Orchestra Sinfonica, Ruggero Raimondi & Zubin Mehta) del final del primer acto, y las arias “Vissi d'arte” (Angela Gheorghiu, soprano, dir. Antonio Pappano, Orchestra of the Royal Opera House) y "Già - mi dicon venal”,  (Renata Tebaldi, Orquesta y coro del Teatro Metropolitano de Nueva York).

Dramáticamente, el segundo acto es de una intensidad inigualada por otra obra de Puccini “E lucevan le stelle" (Enrico Caruso). La acción transcurre en Roma, el 14 de junio de 1800, cuando Napoleón vence a Austria en la batalla de Marengo. El protagonista, el pintor republicano y simpatizante de las ideas liberales Mario Cavaradossi, entona como prisionero en el Castillo Sant'Angelo (Roma), momentos antes de su inminente ejecución. Comienza con un melancólico y desolado sólo de clarinete mientras despunta el amanecer, Cavaradossi evoca los momentos íntimos vividos con su amante, la diva Floria Tosca, las estrellas se disipan lentamente y el carcelero lo llama para la ejecución.

E lucevan le stelle,
Ed olezzava la terra,
Stridea l'uscio dell'orto,
E un passo sfiorava la rena...
Entrava ella, fragrante,
Mi cadea fra le braccia.
Oh! dolci baci, o languide carezze,
Mentr'io fremente
le belle forme disciogliea dai veli.
Svanì per sempre il sogno mio d'amore,
L'ora è fuggita
E muoio disperato!
E muoio disperato!
E non ho amato mai tanto la vita!
Tanto la vita!...


Y brillaban las estrellas,
Y olía la tierra,
Chirriaba la puerta del huerto,
Y unos pasos rozaban la arena...
Entraba ella, fragante,
Caía entre mis brazos...
¡Oh, dulces besos! ¡Oh, lánguidas caricias,
Mientras yo, tembloroso,
Sus bellas formas liberaba de los velos!
Se desvaneció para siempre mi sueño de amor...
El tiempo ha huido...
¡Y muero desesperado!
¡Y muero desesperado!
¡Y no he amado nunca tanto la vida!
¡Tanto la vida!

Puccini, Giacosa e Illica
Tras Tosca, le llegó el turno a “Madama Butterfly”. Como ya podemos anticipar, el talento musical de Puccini no representaba mayor problema; lo verdaderamente complicado consistió en la elaboración del libreto. Cuando se había llegado por fin a un acuerdo con Giacosa e Illica para su redacción, tuvo lugar un gravísimo accidente de automóvil que sufrieron Puccini y su familia durante un viaje de Lucca a Torre del Lago, en el que el compositor se fracturó la tibia y hubo de ser inmovilizado en una silla de ruedas.

Los pasajes más célebres de la ópera estrenada el 17 de febrero de 1904 en la Scala de Milán son:
 - El dúo Pinkerton/Sharpless "Dovunque al mondo" - Acto I (Jussi Björling y Mario Sereni)
- El conjunto «Ecco ! Son giunte» (Goro y los amigos de Butterfly) - Acto I
- El dúo Butterfly/Pinkerton "Viene la sera" - Acto I (Nicolai Gedda y Maria Callas)

- El coro a boca cerrada - Acto II “Coro a bocca Chiusa” (Coro y Orquesta del Teatro de la Scala de Milán, dir. John Barbirolli).
- El aria de Butterfly "Un bel dì, vedremo" - Acto II (Renata Scotto. Coro del Teatro de la ópera de Roma)
- El aria de Butterfly "Che tua madre dovrà" - Acto II Renata Scotto y Rolando Panerai Orchestra del Teatro dell'Opera di Roma, dir. John Barbirolli)
- El dúo Pinkerton/Sharpless "Addio, fiorito asil" - Acto III (José Carreras)
- El aria de Butterfly "Con onor muore " - Acto III (Cio-Cio-San: Patricia Racette, dir. Patrick Summers, Metropolitan Opera House)

La trama transcurre en Nagasaki, a finales del siglo XIX o principios del XX. Mientras está destinado en la citada ciudad, a bordo del navío USS Abraham Lincoln, el oficial de la marina estadounidense F. B. Pinkerton se enamora y se casa con la joven geisha japonesa Cio-Cio-San, llamada Butterfly. Cuando él regresa a los Estados Unidos ella se queda esperándole, aunque familia y amigos la intentan convencer de que él no volverá. Mientras tanto ella cría sola a su hijo, el cual nace tras la partida de Pinkerton. Después de tres años, Pinkerton finalmente regresa y con él su nueva y legítima esposa norteamericana Kate. Vienen a recoger al niño para criarlo en los Estados Unidos. Es entonces cuando ella se hace el hara-kiri con la espada de su padre.


Tras el estreno de “Madama Butterfly”, Puccini decide casarse con Elvira al quedar ésta por fin viuda, pese a las numerosas desavenencias entre ambos.

Torre del Lago
La obra fue retirada pronto de cartel, pero Puccini, hombre práctico, decide darle unos retoques y se reestrena de nuevo, cinco meses después, en el Teatro Grande de Brescia con un éxito descomunal. El período que siguió a la composición y estreno de esta obra, fue uno de los más borrascosos en la vida de Puccini. En ese mismo año de 1904, había entrado a formar parte del servicio de Torre del Lago una bella muchacha, Doria Manfredi, de quién Elvira sintió inmediatamente unos violentos celos que derivaron en una paranoica obsesión.

Elvira Bonturi
Pese a que la joven fue finalmente despedida cuatro años después (lo que alimentó sospechas) Elvira siguió calumniándola e insultándola públicamente. La consecuencia fue que Doria se suicidó mediante la ingesta de unas pastillas y Puccini fue amenazado de muerte por la familia de la joven. Al demostrar la autopsia que la chica aún estaba virgen, las amenazas se orientaron hacia Elvira, a quien denunciaron en los tribunales. Puccini, que había pensado seriamente en separarse de ella, llegó finalmente a un acuerdo económico con la familia y el asunto quedó archivado.

Mientras que las relaciones entre el compositor con Elvira parecían volver a su cauce, éste aprovechó para componer "La Fanciulla del West" (La Muchacha del Oeste) (Plácido Domingo). La obra se estrenó en el Metropolitan de Nueva York el 10 de diciembre de 1910 con Caruso como protagonista. El éxito fue apoteósico, nuevamente, aunque en Italia no terminaron de comprender del todo la obra. Pero en aquellos tiempos, Puccini tuvo que enfrentarse a las nuevas tendencias musicales del momento, muy alejadas de sus concepciones artísticas y fue por ello criticado como un compositor exitoso pero aislado frente a la nueva vanguardia tanto europea como italiana (Debussy, Stravinski, Schoenberg, Malipiero, Casella…).

En 1912, el musicólogo Fausto Torrefranca le atacó despiadadamente en un conocido ensayo que dio mucho de qué hablar. Mientras, Puccini, un tanto ajeno a estas polémicas, reclamó un viejo proyecto para una opereta que le habían encargado en Viena y, con los consiguientes retoques, estrena el 27 de marzo de 1917 en el Teatro Casino de Montecarlo: “La Rondine”(La golondrina) Aria "Chi il bel sogno di Doretta" (Angela Gheorghiu, soprano).

Estudio de Puccini
Además, durante los años de guerra y paralelamente a la composición de la mencionada ópera, creó tres breves obras en un acto “Il Tabarro” –“Nula Silenzio” (London Symphony Orchestra & Lorin Maazel, Michele: Ingvar Wixell; Luigi: Placido Domingo & Giorgetta: Renata Scotto), “La Houppelande” y “Gianni Schicchi” aria "O mio babbino caro" (Renée Fleming, soprano) a las que unió bajo la denominación de “Il Trittico” y que, bajo esta forma, fueron estrenadas el 14 de diciembre de 1918 en Nueva York. La Guerra acentuó en Puccini su carácter sombrío y ello le llevó a largos, agotadores e imprevistos estados de melancolía. Muchos de sus amigos ya habían muerto y la explotación de unas minas de carbón junto a Torre del Lago le obligó a abandonar de mala gana aquel lugar con el que había estado tan vinculado. Por increíble que parezca, entonces se reconcilia del todo con su mujer, pues ella ya no vio peligro alguno en las aventuras amorosas de su marido) y vivió felizmente hasta el fin de sus días con ella.


En estos años, su preocupación artística se centró en la creación de su última ópera de tres actos, “Turandot” proyecto que no llegó a terminar. Destaca el aria "Non piangere Liú", del primer acto (Pavarotti)

Una de las partes más difíciles de la ópera se encuentra en el segundo acto y se inicia con la frase “In questa reggia”, (María Callas, soprano) cuando Turandot explica la razón de su comportamiento. Musicalmente, esta parte exige sobreagudos a cargo de la soprano que, combinados con la capacidad wagneriana que requiere el personaje, la hacen particularmente difícil.
Otro aspecto musicalmente notable es el enfrentamiento entre tenor y soprano, en el segundo acto, que muchos comparan con lo que hizo antes Puccini en "Tosca", también en el segundo acto, cuando enfrenta las voces del barítono y la soprano, Scarpia y Tosca. En el Acto 3 es destacable “Il mio mister” (Orquesta sinfónica del Gran Teatro del Liceu, dir. Bertrand de Billy).


También en el tercer acto se encuentra una de las arias más conocidas para tenor, “Nessun dorma” (Los tres tenores: Pavarotti, Carreras, Plácido Domingo), que representa la victoria del amor sobre el odio, donde Calaf canta que nadie duerma para descubrir el nombre del joven héroe.

Il principe ignoto

Nessun dorma! Nessun dorma!
Tu pure, o Principessa,
Nella tua fredda stanza
Guardi le stelle
Che tremano d'amore e di speranza.
Ma il mio mistero è chiuso in me,
Il nome mio nessun saprà!, no, no
Sulla tua bocca lo dirò!...
(Puccini: Quando la luce splenderà!)
Quando la luce splenderà,
(Puccini:No, no, Sulla tua bocca lo dirò)
Ed il mio bacio scioglierà il silenzio
Che ti fa mia!...
Voci di donne
Il nome suo nessun saprà...
E noi dovremo, ahimè, morir, morir!...

Il principe ignoto
Dilegua, o notte!... Tramontate, stelle! Tramontate, stelle!...
All'alba vincerò!
vincerò! vincerò!

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El príncipe desconocido

¡Que nadie duerma! ¡Que nadie duerma!
¡También tú, oh Princesa,
en tu fría habitación
miras las estrellas
que tiemblan de amor y de esperanza...!
¡Mas mi misterio está encerrado en mí!,
¡Mi nombre nadie lo sabrá! No, no
Sobre tu boca lo diré
(Puccini: Sólo cuando la luz brille)
Cuando la luz brille
(Puccini: ¡No, no, sobre tu boca lo diré!)
¡Y mi beso fulminará el silencio
que te hace mía!
Voces de mujeres
Su nombre nadie sabrá...
¡Y nosotras, ay, deberemos, morir, morir!

El príncipe desconocido
¡Disípate, oh noche! ¡Ocúltense, estrellas! ¡Ocúltense, estrellas!
¡Al alba venceré!
¡venceré! ¡venceré!


Puccini falleció en Bruselas, donde había acudido para un tratamiento médico, el 9 de noviembre de 1924. “Turandot” fue completada por Franco Alfaro. Se cuenta que, durante su estreno en 1926 en la Scala, Toscanini abandonó la batuta al llegar al último compás del canto fúnebre por la muerte de Lió y se dirigió al público: ”Señores, y en estas líneas, murió el maestro”–

Gracias a su don para la invención melódica, su exquisito trato para las voces de soprano y tenor y a su habilidad para escoger argumentos de amor, venganza y traición, Puccini se convirtió en el último de una gran línea de compositores italianos de ópera romántica. Su lirismo sigue la senda original de la ópera italiana del siglo XIX, aunque adoptó algunas ideas del siglo XX. Su afición por lo exótico le llevó a incorporar música de orígenes dispares, como melodías japonesas (Madama Butterfly), del salvaje Oeste (La Fanciulla del West) o escalas pentatónicas chinas (Turandot).

Películas en las que aparece la música de Puccini.