Desde muy niño demostró su talento e inclinación por la música clásica, en especial para tocar el violín, además de las ganas de iniciarse en el mundo de la música, por lo que ya de joven cayó en gracia ante los príncipes Dal Pozzo della Cisterna, quienes, después de conocerlo, lo acogieron bajo su protección y lo encaminaron hacia la música consiguiéndole clases y contacto con los mejores y experimentados violinistas del mundo. Este apoyo lo ayudó a ascender de forma rápida en el mundo de la música, por lo que su primera experiencia musical lo vivió en el año 1775 cuando logró ser parte de la capilla de la Corte de Saboya que lo llevaría en un gira de conciertos a Ginebra y Viena. Esto lo impulsaría años después -exactamente en 1780 cuando se encontraba en una de estas giras-, a iniciar su carrera artística solo, por lo que decidió viajar a diferentes países y ciudades como Berlín, Varsovia y San Petersburgo, donde sin duda tuvo mucha suerte pues fue madurando artísticamente en cada una de sus presentaciones.
Pero fue en Paris en 1782, cuando un concierto llamado “Concert Spirituel”, le brindó la fama y reconocimiento que esperaba, además de abrirle camino a su carrera, de allí en adelante solo vinieron éxitos para él, conjuntamente se dedicaba a componer sus propios temas, enseñar a tocar violín y a organizar grandes eventos y conciertos sobre este instrumento. Fue considerado por sus seguidores y alumnos como un gran mentor. Durante los 20 últimos años del siglo XVIII fue considerado como el mejor violinista de Europa recordado como el fundador de una influyente escuela francesa, cuando estaba entre sus discípulos: Rode, Baillot y Kreutzer .
Unos años más tarde es expulsado de las islas acusado de jacobino, por lo que se instala en Alemania, cerca de Hamburgo. Revisado su caso, se le permitió regresar a Inglaterra, donde abandonó su carrera musical para dedicarse al negocio de vinos, pero fracasó y quebró rápidamente. Regresó a París donde fue director del Teatro Italiano y de la Ópera en 1819. Dos años después fue despedido y volvió a Londres donde murió en marzo de 1824 a los 68 años.
Como compositor fue un defensor de la tradición instrumental italiana de la época rococó, pero abierto al romanticismo. Sus Conciertos “Concierto para violín nº 22”, Adagio, revelan la influencia de Haydn, mientras que en las obras solistas hay una síntesis de las tendencias violinísticas de la escuela italiana posterior a Tartini.
Su obra
• 29 conciertos para violín.
• 2 sinfonías para 2 violines y orquesta.
• 70 sonatas para violín.
• 9 arias para soprano.
• Numerosos dúos, tríos, cuartetos y motetes.
Composiciones destacables
• “Meditaciones en Preghiera” (1793) para violín y orquesta de cuerda (Orchestra Camerata Ducale & dir. Guido Rimonda)
• De 32 Souvenirs para violín: Capricho para violín n. 4. I. Maestoso (Guido Rimonda, violín)
• Concierto para dos flautas 1. Allegro Maestoso (Hye-Sook Yang / Georgi Spassov : Flautas & Sofia Philharmonic Ensemble Orchestral)
• Concierto para violín nº 22, 1. Moderato, II: Adagio, III. Agitato Assai (Itzhak Perlman)
• Concierto violín No.23 in Sol-mayor "John Bull", I, II Andante, III Allegro
• Concierto para Violonchelo en Do mayor (Ofra Harnoy, dello & I Solisti Veneti, dir. Claudio Scimone)
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