19 abril 2012

Germaine Tailleferre


El 19 de abril de 1892 nació en Saint Maur-des-Fossés, Francia, una de las grandes compositoras francesas de principios del siglo XX, Germaine Tailleferre. Formó parte del conocido "Grupo de los Seis" (Les Six), grupo muy libre y muy desigual en su composición, formado en 1920 por 6 compositores franceses, animados todos ellos por los experimentos de Satie y por la estética antiwagneriana y antirromántica de Jean Cocteau, el polifacético dramaturgo, poeta, novelista, director de cine y pintor.

La joven Germaine se inicia al piano con su madre y comienza desde muy joven a componer pequeñas obras. A pesar de la oposición de su padre, en 1904 entra en el Conservatorio de París, bajo la dirección de Eva Sautereau-Meyer, en las clase de piano y de solfeo. Entre sus compañeros de estudios se encontraban Darius Milhaud y Arthur Honegger. Como pianista prodigio, con una memoria asombrosa, comienza ganando un primer premio de solfeo. Este éxito disminuye la oposición de su padre que le autoriza a continuar sus estudios, eso sí, sin garantizarle su financiación. Una cierta toma de conciencia de sí misma así como un pequeño deseo de venganza, le hacen cambiar el doblemente arriesgado apellido de Taillefesse a Tailleferre.

Germaine y Milhaud
Fue alumna de contrapunto de Georges Caussade y en 1913 se alzó como ganadora del primer premio de contrapunto con el apoyo de Gabriel Faurè y Claude Debussy. Dos años más tarde, después de realizar estudios de armonía y acompañamiento al piano, ganó otros premios. En aquellos años tocó como percusionista en la orquesta del conservatorio, bajo la dirección de Vincent d'Indy y presentó en público sus primeros trabajos.
Después del escándalo provocado por el estreno del ballet "Parade" de Erik Satie, se reunió en torno al autor un grupo de jóvenes compositores interesados en ese nuevo tipo de composiciones. En 1917 presentó su nuevo trabajo “Jeux de Plein Air” (Janine Reding y Henry Piette), para dos pianos, en casa de la célebre pianista Marcelle Mayer. Sin que la autora lo supiera, Satie escuchó su obra y entusiasmado por su talento llamó a la Tailleferre "ma fille musicale", (mi hija musical), incluyendo sus obras en las veladas musicales que se organizaban en el estudio del pintor Lejeune en la calle Huyghens.

Los 'Seis' con Cocteau al piano
Otros jóvenes músicos del grupo, animados por Jean Cocteau, autor en 1918 del "panfleto" 'El gallo y el arlequín', en el que arremetía contra la música rusa y alemana, intentaron encontrar un nuevo camino para la música francesa. Tailleferre, Honegger, Georges Auric, Louis Durey, Francis Poulenc y Milhaud trabajaron juntos en un ambiente de amistad (amistad que siguió viva hasta la muerte de cada uno de ellos), pero fue en 1920, año de la publicación de un álbum de su obra musical, cuando el crítico H. Collet empezó a llamarles "le Groupe des Six". Su forma irónica de enfrentarse con la tradición situó a los Seis en la llamada vanguardia de comienzos de siglo: se pueden establecer analogías entre sus características y las de diversos movimientos artísticos de aquel momento, como el cubismo, el futurismo, etc. El grupo se disolvió muy pronto porque sus miembros eran demasiado diferentes entre sí.

Poulenc, Tailleferre, Durey, Jean Cocteau, Milhaud y Honegger posan bajo un dibujo de Auric.
En los años de entreguerra, Germaine Tailleferre estuvo comprendida entre los compositores más aclamados de su generación. Después del éxito en 1920 de la “Pastoral” (Cristina Ariagno, pianoforte). para pequeña orquesta, compuso otros muchos trabajos: “Primera sonata para violín” (1921), que fue presentada por Jacques Thibaud y Alfred Cortot; en 1927, a petición de Paul Claudel y sobre texto del propio poeta, escribió la música de escena de “Sous le rempart d'Athènes”.

En 1934 la Orquesta Sinfónica de París, dirigida por Piere Monteux, presentó el “Concerto grosso” para dos pianos, cuarteto de saxofones, coro mixto y orquesta. A pesar del éxito de crítico y público este trabajo no se volvió a interpretar. En 1938 compuso la famosa “Cantata du Narcise”, sobre libreto de Paul Valléry, para barítono, soprano, coro femenino, cuatro voces y orquesta de cámara.
En 1926, durante una gira por América, conoció al diseñador de "cartoons" Ralph Barton, con el que se casó, pero el matrimonio no duró mucho. Celoso del éxito de su esposa, Barton le negó la oportunidad de quedarse en Hollywood, lo que ocasionó el divorcio de ambos. Su exmarido se suicida al poco de regresar a Estados Unidos.
Sus “Seis Canciones Francesas” (Six Chansons Françaises) (Claire Gouton, voz - Cristina Ariagno, pianoforte) dejan traslucir su estado tras el divorcio. Germaine utiliza para las canciones textos del período comprendido entre los siglos XV y XVIII, que tratan sobre la condición femenina. Cada obra está dedicada a una amiga.

En 1931 se casó en Londres con el abogado francés Jean Lageat, pero tampoco esta unión fue duradera. Durante la Segunda Guerra Mundial, Germaine Tailleferre se trasladó de nuevo a Estados Unidos con su marido y su única hija, Françoise. Regresó a Francia en 1946 y se dedicó enteramente a la música. En este período compuso el “Segundo concierto para piano” dedicado a su hija (fallecida en 1993). Desde su regreso a París y hasta su muerte siguió componiendo para un gran número de conjuntos instrumentales y vocales. Su primer ballet “Marchand d'oiseaux”, fue representado por el Ballet Sueco en 1923 y Diaghilev utilizó su obertura en sus Ballets rusos. Compuso también “Les vaines paroles”, una adaptación para conjunto instrumental de su Concerto grosso para barítono y orquesta y su "Adagio" en 1924 (Massimo Marin, violín - Cristina Ariagno, piano).


Al año siguiente escribió su única ópera lírica, “Il était un petit navire”, que se representó en París. Sintonizando con las diversas posibilidades de utilización de la música en nuestro siglo, compuso bandas sonoras para la radio, la televisión y el cine.

Con Bernard Lefort —barítono que llegará a ser director de la Opera de París—, forma un dúo con el que dará giras por toda Europa. El mismo Lefort será, hasta la muerte de Tailleferre, uno de sus amigos más fieles. En 1970 será profesora en la Schola Cantorum pero deberá renunciar a causa de la ausencia de alumnos. Conoce entonces al director de orquesta de «Gardiens de la Paix» Désiré Dondeyne, que la animará a escribir para orquesta de armonía y la ayudará a concretar algunos proyectos.

A los 84 años, acepta ser acompañante para niños en la «École alsacienne», una de las más célebres escuelas privadas de París. Este puesto le aportará un pequeño complemento al retiro, y le permitirá acabar una última serie de obras, como la “Sonate pour deux pianos”, la “Sérénade en la mineur” para cuatro vientos y piano (o clavecin), el Allegro concertant "les Vaines paroles" y la “Sonate champêtre”, para tres vientos y piano. Su última obra importante fue un encargo del Ministerio de Cultura.
La compositora escribe con 89 años el “Concerto de la fidelité” para voces agudas y orquesta —reescritura de parte de una obra anterior, que será orquestada por Désiré Dondeyne—. Tailleferre compondrá hasta sus últimos instantes, muriendo el 7 de noviembre de 1983 en París a los 91 años. Está enterrada en el cementerio comunal de Quincy-Voisins cerca de de Meaux.

Obtuvo numerosos premios y honores (entre ellos la orden de la Legión de Honor en 1973) y en los años ochenta se creó la Asociación Germaine Tailleferre con un comité de honor formado por algunos de los músicos franceses vivos más importantes. La asociación intentó ayudarla en aquellos años y asumió la tarea de recopilar y archivar toda su obra musical (una parte de la cual sigue inédita).
Siempre al corriente de las tendencias musicales de los países del resto de Europa, Tailleferre introdujo el serialismo en algunas de sus obras hacia finales de los años cincuenta, pero después volvió a las armonías y el romanticismo de sus primeros trabajos "neoclásicos". Al comienzo de su larga carrera estuvo muy influida por el mundo musical de Ravel (del que recibió algunas lecciones sobre orquestación) pero enseguida intentó descubrir por sí misma un mundo menos complejo, más airoso, más alegre. sus conciertos para voz solista y orquesta, en los que la voz humana ( en unos casos un barítono y en otros una soprano) se trata como un instrumento, fueron los primeros en su género. Si en el futuro queremos hablar de las mujeres compositoras más innovadoras, probablemente deberemos considerar las obras de Germaine Tailleferre y darle la importancia que merecen en la historia de la música.


Obras destacables:
“Romance” (1913) (Cristina Ariagno, piano)
“Piano Trío” (1916/1917 rev.1978) (Cristina Ariagno, piano - Massimo Marin, violín - Manuel Zigante, violonchelo).

“Hommage à Debussy” (1920) (Cristina Ariagno, piano)
"Sonata No.1 para violín y piano" (1921) (Cristina Ariagno, piano - Massimo Marin, violín).
- "Concertino para arpa y piano" (1927) (Cristina Ariagno, piano - Gabriella Bosio, arpa)
“Sicillienne” (1928) (Cristina Ariagno, piano).
“Vocalise pour voix elevée” (1929) (Cristina Ariagno, piano - Claire Gouton, voz ).
“Fleurs de France” (1930) (Cristina Ariagno, piano)
“Au Pavillon d'Alsace” (1937) (Cristina Ariagno, piano)

“Pastoral” para flauta y piano (1942) (Young Music)
"Arabesque" para clarinete y piano (1942) (Robert Yaple, piano - Josh Oxford, clarinete) .
"Sonatine" (1946) (Cristina Ariagno, piano - Massimo Marin, violín).
- "Intermezzo" (1946) (Marc Clinton & Nicole Carboni)
“Vals lento” (1948) (Cristina Ariagno, piano)
“Fugue du parapluie” (1950) (Cristina Ariagno, piano)
“Pieza en forma de Samba” (1953) (Cristina Ariagno, piano)
“La Rue Chagrin” (1955) (Cristina Ariagno, piano - Claire Gouton, voz ).
“Sonata para arpa” (1957) (Claudia Antonelli, arpa)
“Rêverie” (1964) (Cristina Ariagno, piano)
“Tres sonatinas para piano” (1975) (David de Lucia, piano).

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