El 21 de enero de 1848 nació en París el compositor francés Henri Duparc, que, a pesar de haber destruido la mayoría de sus composiciones, sus 17 «mélodies» sensibles y expresivas, han bastado para hacer de él un compositor de excepción, uno de los mejores melodistas franceses.
En 1867, a los diecinueve años, compuso su primera obra seria, una “Sonata para piano y violonchelo”. Al año siguiente publica su primera obra, “Cinq mélodies”, y un año más tarde, la editorial Flaxland ya le publicó las “Six petites pièces” para piano.
Duparc de uniforme en 1870 |
Duparc en 1880 |
Jean Cras en 1899 |
Duparc en 1918 |
Obras principales:
1863-65 “Six Rêveries”, para piano impresa pero no publicada.
1867 “Sonata para violoncello y piano”. (Alain Meunier – violoncelle, Anne Le Bozec – piano, Tomomi Muchizuchi – mezzo)
1867-69 “Feuilles volantes, para piano”.
1868 “Chanson triste” (según un poema de Jean Lahor), para voz y piano (Maesha Brueggergosman, soprano, Justus Zeyen, piano)
1868 “Lamento” (según un poema de Théophile Gautier), para voz y piano (Régine Crespin, soprano)
1869 “Le Galop” (según un poema de Sully Prudhomme), para voz y piano (L'Oiseleur des Longchamps, barítono; Mary Olivon, piano)
1869 “Romance de Mignon” (V. Wilder según «Kennst du das Land» de Goethe), para voz y piano
1869 “Sérénade” (según un poema de G. Marc), para voz y piano (Nora Gubisch, mezzo-soprano, Alain Altinoglu, piano)
1869 “Soupir” (según un poema de S. Prudhomme), para voz y piano (Ana Raquel Satre)
1869 “Cinq mélodies, op. 2”, para piano.
1869 “Beaulieu”, para piano
1869-70 “Au Pays où se fait la guerre” (según un poema de T. Gautier), para voz y piano (antiguo título: Absence)
1870 “L'Invitation au voyage” (según un poema de Charles Baudelaire), para voz y piano (Gérard Souzay, tenor)
“L'invitation au voyage” — (Charles Baudelaire)
Mon enfant, ma soeur,
Songe à la douceur
D'aller là-bas vivre ensemble!
Aimer à loisir,
Aimer et mourir
Au pays qui te ressemble!
Les soleils mouillés
De ces ciels brouillés
Pour mon esprit ont les charmes
Si mystérieux
De tes traîtres yeux,
Brillant à travers leurs larmes.
Là, tout n'est qu'ordre et beauté,
Luxe, calme et volupté.
Des meubles luisants,
Polis par les ans,
Décoreraient notre chambre;
Les plus rares fleurs
Mêlant leurs odeurs
Aux vagues senteurs de l'ambre,
Les riches plafonds,
Les miroirs profonds,
La splendeur orientale,
Tout y parlerait
À l'âme en secret
Sa douce langue natale.
Là, tout n'est qu'ordre et beauté,
Luxe, calme et volupté.
Vois sur ces canaux
Dormir ces vaisseaux
Dont l'humeur est vagabonde;
C'est pour assouvir
Ton moindre désir
Qu'ils viennent du bout du monde.
— Les soleils couchants
Revêtent les champs,
Les canaux, la ville entière,
D'hyacinthe et d'or;
Le monde s'endort
Dans une chaude lumière.
Là, tout n'est qu'ordre et beauté,
Luxe, calme et volupté.
Mon enfant, ma soeur,
Songe à la douceur
D'aller là-bas vivre ensemble!
Aimer à loisir,
Aimer et mourir
Au pays qui te ressemble!
Les soleils mouillés
De ces ciels brouillés
Pour mon esprit ont les charmes
Si mystérieux
De tes traîtres yeux,
Brillant à travers leurs larmes.
Là, tout n'est qu'ordre et beauté,
Luxe, calme et volupté.
Des meubles luisants,
Polis par les ans,
Décoreraient notre chambre;
Les plus rares fleurs
Mêlant leurs odeurs
Aux vagues senteurs de l'ambre,
Les riches plafonds,
Les miroirs profonds,
La splendeur orientale,
Tout y parlerait
À l'âme en secret
Sa douce langue natale.
Là, tout n'est qu'ordre et beauté,
Luxe, calme et volupté.
Vois sur ces canaux
Dormir ces vaisseaux
Dont l'humeur est vagabonde;
C'est pour assouvir
Ton moindre désir
Qu'ils viennent du bout du monde.
— Les soleils couchants
Revêtent les champs,
Les canaux, la ville entière,
D'hyacinthe et d'or;
Le monde s'endort
Dans une chaude lumière.
Là, tout n'est qu'ordre et beauté,
Luxe, calme et volupté.
Invitación al viaje — (Charles Baudelaire)
¡Mi niña, mi hermana,
piensa en la dulzura
de ir a vivir juntos, lejos!
¡Amar a placer,
amar y morir
en un país como tú!
Los mojados soles
en cielos nublados
de mi alma son el encanto,
cual tus misteriosos
ojitos traidores,
que a través del llanto brillan.
Todo allí es orden y belleza,
lujo, calma y deleite.
Muebles relucientes,
por la edad pulidos,
adornarían el cuarto;
las flores más raras
mezclando su aroma
al vago aroma del ámbar,
los techos preciados,
los hondos espejos,
el esplendor oriental,
todo allí hablaría
en secreto al alma
su dulce lengua natal.
Todo allí es orden y belleza,
lujo, calma y deleite.
Mira en los canales
dormir los navíos
cuyo humor es vagabundo;
para que tú colmes
tu menor deseo
desde el fin del mundo vienen.
Los soles ponientes
revisten los campos,
la ciudad y los canales,
de oro y de jacinto;
se adormece el mundo
en una cálida luz.
Todo allí es orden y belleza,
lujo, calma y voluptuosidad.
¡Mi niña, mi hermana,
piensa en la dulzura
de ir a vivir juntos, lejos!
¡Amar a placer,
amar y morir
en un país como tú!
Los mojados soles
en cielos nublados
de mi alma son el encanto,
cual tus misteriosos
ojitos traidores,
que a través del llanto brillan.
Todo allí es orden y belleza,
lujo, calma y deleite.
Muebles relucientes,
por la edad pulidos,
adornarían el cuarto;
las flores más raras
mezclando su aroma
al vago aroma del ámbar,
los techos preciados,
los hondos espejos,
el esplendor oriental,
todo allí hablaría
en secreto al alma
su dulce lengua natal.
Todo allí es orden y belleza,
lujo, calma y deleite.
Mira en los canales
dormir los navíos
cuyo humor es vagabundo;
para que tú colmes
tu menor deseo
desde el fin del mundo vienen.
Los soles ponientes
revisten los campos,
la ciudad y los canales,
de oro y de jacinto;
se adormece el mundo
en una cálida luz.
Todo allí es orden y belleza,
lujo, calma y voluptuosidad.
1871 “La Fuite”, dúo para soprano y tenor con acompañamiento de piano
1871 “La vague et la cloche” (según un poema de François Coppée), para voz y piano (Philippe Sly: Baritono bajo, Maria Fuller: pianista)
1872 “Suite d'orchestre” (perdida) Música de orquesta
1872-82 “Phidylé” (según un poema de Leconte de Lisle), para voz y piano (Sylvia McNair, Soprano; Roger Vignoles, Piano)
1873 “Laendler”, suite de valses para orquesta (destruida, sólo subsiste una versión para 2 pianos).
1873 “Laendler” (versión para 2 pianos).
1874 “Poème nocturne” I. Aux étoiles - II: Lutins et follets - III. Duo: L’aurore.
1874 “Elégie” (según un poema de Th. Moore), para voz y piano (Kurt Ollmann, barítono)
1874 “Extase” (según un poema de Jean Lahor), para voz y piano (Régine Crespin, soprano)
1875 “Lénore” (según un poema de Burger), poema sinfónico (Orchestre du Capitole de Toulouse, dir. Michel Plasson)
1875 “Lénore” (versión piano a cuatro manos y para dos pianos)
1877 “Suite pour le piano” (perdida).
1879 “Le manoir de Rosemonde” (según un poema de R. de Bonniéres), para voz y piano (Régine Crespin, soprano)
1879-95 “Roussalka” (ópera en tres actos, inacabada, basada en Pushkin) [destruida].
1880 “Sérénade florentine” (según un poema de J. Labor), para voz y piano (Bruno Laplante & Marc Durand)
1882 “Benedicat vobis Dominus”, motete para 3 voces mixtas y órgano (o piano).
1883 “Testament” (según un poema de A. Silvestre, estrenada en 1898), para voz y piano
1886 “Recueillement” (incompleta, destruida) Música vocal
1892 “Danse lente” (extracto de Roussalka)
1903 “Transcripción para orquesta de J.S. Bach”: 2 préludes and fugues, para órgano. (Preludio y Fuga en mi menor BWV 533 para 2 Pianos)
1908 “Transcripción para dos pianos de 6 oeuvres d'orgue”, de Cesar Frank Música de piano
1910 “Aux étoiles”, para piano (hay versión para piano a 4 manos y versión para órgano)
1911 “Aux Etoiles”, entreacto para un drama inédito (rév. 1911). Música de orquesta (s.d.) Transcripción para orquesta de J. S. Bach: Prélude et fugue, coral para órgano.
Su principal contribución fueron sus canciones, que demostraron una sofisticación al unir texto y música, al utilizar adecuadamente elaborados elementos contrapuntísticos en el acompañamiento y al evitar modos sentimentales frecuentemente escuchados en las canciones de otros compositores franceses de la época.
A imagen de los músicos que le son contemporáneos, Duparc quiso reconciliar, acercar, unir la melodía y la palabra con el fin de que cese la antigua diferencia entre el discurso libre de la música y el, imperiosamente sintáctico y sensato del lenguaje verbal. Poetas, tales como Baudelaire, Verlaine, Rimbaud, un poco más tarde Artaud, expresaron muy acertadamente la extrema tensión de la época. Henri Duparc, más que otros, siente físicamente la división, el abismo creciente, que se abre en el mismo corazón de su generación.
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