El 29 de junio de 1911 nació en Nueva York el compositor y director de orquesta estadounidense Bernard Herrmann, definido como el nombre más insigne de toda la historia de la música cinematográfica y que, hasta el momento, hasta el momento, no ha podido ser bajado de ese podio a pesar de sólo haber obtenido un premio Oscar en toda su carrera. Él comprendió mejor que nadie la imagen y los problemas de la música cinematográfica y fue creador de los temas líricos mas bellos y los más terroríficos. Fue modelo para todos. Independiente y rebelde, con una sólida formación clásica que también le permitió una vida musical al margen de Hollywood gracias a sus sinfonías, cantatas y una ópera. Él mismo orquestaba sus partituras dándole a su música un estilo propio definido e identificable.
Con una afición musical transmitida por su padre, Herrmann estudió música en diversas escuelas (entre ellas, la Joulliard School of Music) con compañeros como Jerome Moross y profesores como Aaron Copland. A los 12 años ganó un premio por una canción y a los 18 ya había compuesto un ballet para un show de Broadway. Tras graduarse en composición y dirección, en 1933 entró a trabajar en la CBS Radio como asistente de Johnny Green, encargándose de dirigir la orquesta sinfónica y componer para seriales radiofónicos. De esta forma conoció a Orson Welles quien estaba buscando alguien que le compusiera músicas para sus obras.
Herrmann y Orson Welles |
Para el caso de “Citizen Kane”, Parte 1, Parte 2, Parte 3, Parte 4 (The London Philharmonic Orchestra). Herrmann optó por una instrumentación reducida (en contraposición con las grandes orquestas utilizadas por sus contemporáneos Newman, Korngold, Steiner) y le dio gran importancia a las sonoridades graves de ciertos instrumentos de viento como clarinete, tuba, oboe, trombón y fagot, creando una sonoridad oscura, la cual se convirtió en su sello musical. Finalizado su trabajo en 'Citizen Kane', Herrmann probablemente no hubiese continuado mucho tiempo en Hollywood de no ser por su siguiente composición para el film “The Devil and Daniel Webster” (El Hombre que vendió su alma) en 1941 por la cual recibió su único Oscar.
Continuó con “The Magnificent Ambersons” (El cuarto mandamiento, 1942); “Jane Eyre” (Alma rebelde, 1944) y “Hangover Square”- (Concierto Macabro, 1945) Parte 1, Parte 2 (Philip Fowke, piano).
'Concierto Macabro' (1945) |
Le siguieron “Anna and the King of Siam” (Ana y el rey de Siam, 1946) y “The Ghost and Mrs. Muir” (El Fantasma y la Señora Muir, 1947) con su cadencioso andante cantabile. La colosal cinta de Mankievicz que mezcla el fantástico con el toque romántico estuvo magistralmente apoyada en la partitura de Herrmann. Se considera una de sus grandes obras maestras perteneciente a su primera etapa.
'Ultimatum a la Tierra' (1951) |
Para ello utilizó una instrumentación muy particular como inusual: violín eléctrico, bajo eléctrico, dos theremines, cuatro pianos, cuatro arpas y lo que Herrmann denominó una muy extraña sección de más de una treintena de metales, que llegaban a producir los sonidos más inverosímiles que se puedan llegar a escuchar. Lo que Herrmann quería producir era la sensación de una música de otro mundo, fría, deshumanizada y alejada de todo lirismo. Ese sonido metálico debía ser una llamada de atención a la progresiva deshumanización de la civilización occidental.
A este film le siguieron “The Snows of Kilimanjaro” (Las nieves del Kilimanjaro, 1952), “Beneath the 12-Mile Reef “(Duelo en el fondo del mar, 1953), “The Egyptian” (Sinué, el Egipcio, 1954) y "The Man In The Grey Flannel Suit" (1956), Parte 1, Parte 2, Parte 3, Parte 4 (20th Century Fox Symphony Orchestra & dir. Herrmann).
'Simbad y la Princesa' (1958) |
En “Journey to the Center of the Earth” (Viaje al centro de la tierra, 1959) (The National Philharmonic Orchestra & dir. Herrmann), creó sonidos que dibujaban lugares desconocidos y solemnizó los escenarios utilizando cinco órganos (uno de ellos de catedral), instrumentos que hasta entonces solían estar relacionados con motivos religiosos; concluyó su etapa fantástica con “Jason and the Argonauts” (Jason y los Argonautas, 1963). En todas ellas los pulpos gigantes, los esqueletos beligerantes o las inclemencias meteorológicas han sido mucho más creíbles gracias a quien supo darles existencia con su música.
Hitchcock vigila el sueño de Herrmann |
Así crearon, además de la citada, “The man who knew too much” (El hombre que sabía demasiado, 1956), “Vertigo” (Vértigo, 1958), “North by Northwest” (Con la muerte en los talones, 1959) (City of Prague Philharmonic Orchestra); “Psycho” (Psicosis) 1960”; “The Birds” (Los Pájaros, 1963) y “Marnie” (Marnie, la ladrona, 1964)
Como curiosidad podemos comentar el uso de un tipo de música típicamente español, como el fandango, que funciona como soporte de una agresiva orquestación para metales y percusión, en el film “Vértigo”, con su melodía de la inolvidable escena de amor (Esa-Pekka Salonen, dir. & The Los Angeles Philharmonic Orchestra). Sin embargo Herrmann no buscaba resaltar nada hispano en la película (la misma transcurre íntegramente en EEUU y no existe ninguna relación con lo hispano); su intención era crear una especie de caleidoscopio musical que ilustrara lo que estaba por venir, una evocación de la enloquecida danza que tendrá lugar entre el protagonista y el mundo que lo rodea.
'Con la muerte en los talones' (1959) |
En 1960, después de rodar “Psicosis”, Hitchkock no quedó muy satisfecho con el producto obtenido y pensó en la posibilidad de no estrenarla en cines sino reducirla a una hora de duración e incluirla en su serie televisiva 'Alfred Hitchkock presenta', pero entonces Herrmann le sugirió irse de vacaciones de Navidad mientras él componía y grababa la música y a la vuelta se lo pensaba mejor. Hitchcock contestó que sí pero con la condición de que Herrmann no compusiera ninguna música para la famosa escena del asesinato en la ducha. Como es bien sabido, Herrmann no hizo caso a esto: el resto es historia. Herrmann trató de reflejar el mundo oscuro del film y llegó a una solución sin precedentes en la historia de la música de películas: utilizar únicamente una orquesta de cuerdas intentando, de esta manera, complementar la fotografía en blanco y negro del film con una música "en blanco y negro" “Psycho Suite” (The BBC Concert Orchestra & Keith Lockhart).
Janet Leigh en 'Psicosis' |
'Psicosis' (1960) |
A pesar del éxito de la película y de su banda sonora, Hitchcock decidió que su próxima película “Birds” (Los Pájaros) (The Arizona State University Symphony Orchestra & dir. Henry Charles Smith) no contara con música alguna y asignó a Herrmann el cargo de asesor de sonido.
Herrmann y Hitchcock |
'Fahrenheit 451' (1966) |
Después de esta película ambos trabajaron juntos en “La marieé était en noir” (La novia vestida de negro, 1967), para la cual Herrmann compuso una música tenebrosa que reflejaba los tormentos internos de la protagonista, una mujer psicótica que mata compulsivamente en venganza por la muerte de su marido, ocurrida el mismo día de su boda. Pero Truffaut exigió al compositor una música más agradable y esto, sumado a ser obligado a utilizar el concierto para mandolina de Vivaldi, desesperó al compositor. Esta sería la última película en la que ambos trabajaron juntos.
'Sisters' (1972) |
En 1975, después de leer el guión de "Taxi Driver", Martin Scorsese pensó en Herrmann como única opción posible para hacer la música de la película. El film iba a ser una especie de "gótico neoyorquino" y él sabía que sólo Herrmann podía crear las sombrías sonoridades que la película precisaba. Al principio Herrmann no se mostró interesado por la idea. "no sé nada sobre taxistas" fueron sus primeras palabras, pero tras leer el guion se sintió tan fascinado por el protagonista, el taxista Travis Bickle (Robert de Niro) que aceptó inmediatamente. No obstante, se encontró con el problema de que la película exigía una partitura de corte jazzístico, idioma musical que Herrmann no dominaba, para lo cual le pidió ayuda a su amigo, el orquestador Christopher Palmer.
Este decidió adaptar una melodía que haba compuesto Herrmann para un olvidado musical de teatro y le dio un toque musical de blues. A Herrmann le gustó tanto el arreglo, que decidió utilizarlo como tema principal, interpretado mayormente por el saxo y que describe a la perfección la soledad e incomprensión que siente el protagonista. Scorsese diría más tarde: "Trabajar con Herrmann fue una de las experiencias más satisfactorias que tuve en el cine". El 24 de diciembre de 1975, un día después de finalizar las grabaciones para "Taxi Driver" (The City of Prague Philharmonic Orchestra), Herrmann falleció mientras dormía.
Herrmann compuso piezas sinfónicas, cantatas ('Moby Dick'), ballets y una ópera, 'Wuthering Heights' (1943-1951) (Orquesta Nacional de Montpellier Languedoc-Roussillon Dir Alain Altinoglu) - algunas basadas en varios de sus trabajos para el cine - realizó grabaciones de Holst, Vaughan Williams, Lambert, etc., así como numerosos trabajos para televisión (entre los que se destacan los trabajos para “The Twilight Zone” (En los límites de la realidad). Sin lugar a dudas, Bernard Herrmann no puede ser considerado simplemente como un compositor de música para cine, sino como uno de los grandes compositores del siglo XX. Él mismo despreciaba la denominación de 'compositor de músicas de películas' y sostenía que "muchos grandes compositores de diversas nacionalidades - Auric, Bliss, Copland, Frankel, Prokofiev, Rota, Shostakovich, Walton -, compusieron para el cine, siendo este sólo un aspecto de su capacidad creativa".
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