Su producción abarca casi todos los géneros: escribió óperas, ballets y música para el teatro, cine y radio, además de obras vocales e instrumentales, todos ellos igualmente maravillosos, con un manejo especial en la idiomática de los instrumentos de viento. Compositor de vivaz ingenio, con un marcado tinte pintoresco; su música muestra la influencia de Claude Debussy y Maurice Ravel pero siempre se negó a aliarse con cualquier moda musical o de escuela, afirmando que “todos los sistemas son válidos”.
La música de Ibert se considera ser típicamente muy "ligera" de carácter, a menudo ingeniosa, orquestada coloridamente con melodías atractivas. Aunque no era un miembro de “Les Six”, su música comparte algunas características con las de los miembros del grupo. En su primera época compuso, entre otras obras, el poema sinfónico “La ballade de la geôle de Reading” (Slovak Radio Symphony Orchestra) y “Escales” (1924) Parte I, Parte II (Rene Leibowitz dir. & The Orchestra di Roma).
En esta última obra es menos característico el impresionismo que en otros trabajos posteriores, como en las óperas “Angélique” (1926), ópera bufa; “Rey d'Yvetot” (1928), ópera cómica; y “Diane de Poitiers” (1934) (Orchestra Sinfonica di Mosca & dir. Adriano). El ingenio de Ibert también se encuentra en las obras orquestales “Féderique, ouverture de fête” (Orchestre des Concerts Lamoureux & dir. Yutaka Sado), o “Bacchanale” (Orchestre des Concerts Lamoureux & dir. Yutaka Sado), mientras que la “Symphonie Marine” (Camerata Venia & dir. Gleb Skvortsoves) una rica obra romántica es un canto del amor y de la muerte.
Entre sus otras obras instrumentales, el “Concierto para Flauta” (Emmanuel Pahud & Tonhalle-Orchester Zurich), es reconocido como una obra maestra en el género y sobre todo, en su música ambiental para la comedia, “El sombrero de paja italiano” de Labich, obra que también utilizó años después en “Divertissement para orquesta” (1930) (Arthur Fiedler & The Boston Pops Orchestra) en la que incorpora parodias a otros compositores, como Mendelssohn y J. Strauss, en la que se manifiestan estilos pertenecientes al jazz y al vodevil.
Otras obras destacables son “Seis piezas para arpa solista” (Charlotte Balzereit, Arpa); el “Concertino de Camera para saxofón y orquesta” (John-Edward Kelly, saxofón Ostrobothnian Chamber Orchestra & dir. Juha Kangas); “Histories” diez obras para piano, siendo el famoso tema “Le petit âne blanc” para piano la 2ª de éstas, Parte 1, Parte 2 (Jean Yves Sebilotte, piano); la “Suite Elisabéthaine" (Daniela Kubrická, soprano & Slovak Philharmonic Choir e Slovak Radio Symphony Orchestra).
El sublime “Entr´acte” (1937) (Flautista Jonathan Brahms y guitarrista Benjamin Moran) constituye una de las piezas más famosas de guitarra y flauta. Dentro de la música de cámara de Ibert sobresale por su brillantez y profundidad el “Cuarteto para Cuerdas” completado bajo las terribles circunstancias de la Segunda Guerra Mundial. El “Trío para flauta, cello y arpa” (Yeon Vee Kim - Flauta, Caroline Wu- Cello & Daria Sarraf - arpa) también pertenece a esos años y fue escrito para la hija del compositor, una talentosa arpista. Es el autor de los ballets “Le chevalier errant” (sobre el tema de Don Quijote) obra coreográfica en cuatro escenas, una suerte de ópera-ballet en el estilo del siglo XVII ó la obra “Trois Pièces de Ballet” (Les Rencontres) (Slovak Radio Symphony Orchestra)
Para el teatro y el cine, Ibert fue un prolífico compositor de música incidental. Escribió para más de una docena de películas francesas, como “Golgotha”, suite de la banda sonora para el film de Julien Duvivier (1935) y para directores americanos por ejemplo la partitura para la película de Orson Welles sobre 'Macbeth' (1948) (Slovak Radio Symphony Orchestra). También la producción “Mil años de historia francesa” o el ballet del circo de Gene Kelly “Invitación a la danza” (1952).
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