El 9 de octubre de 1835, nació en París el compositor, director de orquesta, organista y pianista francés de música académica, Charles Camille Saint-Saëns. Perdió el padre cuando contaba solamente cuatro meses, y recibió la primera formación musical de su madre y de una tía; se mostró tan precoz en tal aspecto que a los cinco años pudo ya componer para el piano. Fue confiado entonces a la guía del pianista Stamaty, el cual lo presentó como pequeño virtuoso del piano en 1845.
El entrenamiento musical de Saint-Saëns comenzó tempranamente: a los dos años y medio comenzó a aprender piano con su tía- abuela, a los tres años compuso su primera pieza para piano. A los siete empezó a estudiar composición, y a los once ya estaba presentándose a tocar Bach y Mozart ante audiencias embelesadas. Saint-Saëns acabó convirtiéndose en un virtuoso del piano, aclamado por Franz Liszt como el mejor organista del mundo. Estudió órgano con Benoit y composición con Halévy. En 1852 ganó un concurso con una Ode à Sainte Cécile; en 1853 fue nombrado organista de St. Merry, y en el año 1857 alcanzó el mismo cargo en la Madeleine; en 1861 obtuvo la cátedra de piano de la escuela Niedermeyer. Su primera obra teatral, Le timbre d'argent (1864-1865), no pudo llegar a la escena.
Músico muy dotado —fue un virtuoso pianista y también un excelente improvisador al órgano—, espíritu curioso por todo, escritor, caricaturista, gran viajero, Saint-Saëns desempeñó un papel excepcional en la renovación de la música francesa, tanto por su enseñanza —tuvo como alumnos, entre otros, a Gabriel Fauré y a André Messager—, como, sobre todo, por su actividad en favor de la música nueva —fue uno de los fundadores de la «Société Nationale de Musique», destinada a tocar y difundir la música francesa. Puede considerársele un jalón esencial de la renovación que condujo a Claude Debussy y a Maurice Ravel.
Saint-Saëns fue un intelectual multifacético. Desde pequeño se dedicó al estudio de la geología, la arqueología, la botánica y la entomología (específicamente a la rama de los lepidópteros). Fue también un excelente matemático. Además de la actividad musical como compositor, intérprete y crítico, se dedicó a las más variadas disciplinas, y se entretuvo en discusiones con los mejores científicos europeos y escribió doctos artículos sobre acústica, ciencias ocultas, escenografía teatral en la Roma Antigua e instrumentos antiguos. Fue miembro de la Sociedad Astronómica de Francia, poseía un telescopio, y organizaba sus conciertos de tal modo que coincidieran con algunos acontecimientos astronómicos (como eclipses solares). También escribió una obra filosófica, Problemas y misterios, un volumen de poesía, “Rimes familières”, y la comedia “La crampe des écrivains”, que tuvo un gran éxito.
En 1872 Saint-Saëns pudo ver finalmente satisfechas sus aspiraciones escénicas: aunque con escaso éxito, fue representada en la Opéra Comique su obra “La princesse jaune”. A esta misma época pertenecen también algunas de las producciones sinfónicas más importantes del músico en cuestión: los poemas “La rueca de Onfalia” (1871), “Phaéton” (1873) (Max McBride & The Sydney Youth Orchestra), “Danza macabra” (1874) (Ensemble Musica Nigella / Pas-de-Calais & dir. Takénori Némoto Violín solo, Lisa Schatzman) ó “La jeunesse d'Hercule” (1877), en el que puede percibirse una intensa influencia de las obras análogas de Liszt; y los Conciertos segundo, tercero y cuarto para piano, “en sol menor” (1868) (Georgii Cherkin - piano), “mi bemol mayor” (1869) y “do menor” (1875), cuyo virtuosismo pianístico alcanza un alto nivel de perfección en cuanto a la forma y a la estructura, y de acuerdo con esquemas imponentes y grandiosos, pero generalmente poco profundos. Su “Sinfonía nº 3 opus 78” en do menor (1886) aparece entre sus mejores composiciones.
La infatigable actividad creadora de Saint-Saëns abarca todos los campos de la música y todas las combinaciones instrumentales y vocales posibles. Sin embargo, su gran aspiración fue siempre el teatro. Le dio ocasión a ello Liszt, su gran admirador, quien promovió en Weimar la representación de “Sansón y Dalila”, (Maria Callas & Georges Pretre), celebrada el 2 de diciembre de 1877; se trata de la mejor obra del músico, tanto por su vigoroso planteamiento como por la fuerza de los coros y la amplitud descriptiva del ambiente, y es la única aún hoy representada.
Ana Pavlova bailando El cisne. |
“El Carnaval de los animales” (1-7), (8-13) (Charles Dutoit, Christopher van Kampen, Cristina Ortiz, London Sinfonietta & Pascal Rogé), es una fábula musical, e incluso una sátira. La orquestación tan extraña como apropiada está interpretada por dos pianos, dos violines, una viola, un violonchelo, un contrabajo, una flauta, un clarinete, un acordeón y un xilófono.
Otras obras posteriores de gran elegancia son, entre otras, el “Cuarteto de cuerdas nº 1 Op.112” (1899) Parte 1, Parte 2, Parte 3 (Mathilde Milwidsky, Venetia Jollands, Emily Kay & Robert Max) o “Violines en la tarde” (según un poema de Anna de Noailles), para voz, violín y piano. (1907) (Philippe Jaroussky - contratenor, Jérôme Ducros – piano, Renaud Capuçon – violin) , entre otras.
También escribió música de escena para “Horace” (1860), “Antigone” (1893), “Lola” (1900), “Andromaque” (1903), “On ne badine pas avec l’amour” (1917); cantatas y oratorios, como “Le Déluge” (1875), “La Fiancée du Timbalier” (1887), “La Nuit persane” (1891) (Natalie Dessay, soprano), “Hymne à la paix” (1919), “Ivanhoé”; música religiosa: una “Messe” (1856) 2- Gloria (Roy Massey, organ Worcester Cathedral Choir & Donald Hunt), el “Oratoire de Noël” y su “Requiem” (l'Orchestre National d' Île de France', dir. Jacques Mercier & Michel Piquemal & 'Choeur Régional Vittoria d'Île de France)
Durante los últimos años de su vida Saint-Saëns fue interesándose cada vez más por la música popular árabe; pero su producción no anduvo, en este ámbito, más allá de un genérico orientalismo amanerado. Acariciado por el honor y la fama, terminó casi repentinamente sus días en Argel, donde pasaba el invierno desde hacía ya algunos años, poco después de la primera Guerra Mundial, en cuya época figuraba entre los nacionalistas más ardientes. Notables son también los artículos que publicó durante su vida en diversos periódicos y revistas, reunidos en los volúmenes “Harmonie et mélodie”, “Portraits et souvenirs” y, singularmente, “École buissonnière.”
Casino de Dieppe |
Sus restos mortales se trasladaron a París para celebrar el 24 de diciembre un funeral de estado, de una majestuosidad imponente, en la iglesia de la Madeleine. Se inhumaron en el cementerio de Montparnasse, al lado de los de su madre y de los de sus dos pequeños. Allí leyó un discurso Léon Bérard, Ministro de Instrucción Pública y Bellas Artes que finalizaba con las siguientes palabras: "Las obras maestras de Saint-Saëns son uno de los más gloriosos resplandores del genio francés."
Joaquín, me llamo Fran, soy un jovenzuelo para usted, y no he vivido la mitad de las cosas. Estoy elaborando una enorme enciclopedia musical desde 1955 (aunque me he topado ya con más de una producción anterior, imposible de eludir) a la actualidad. Hoy me he cruzado con su blog por la web, yo tengo otro, pero trata sobre literatura -más bien, sobre "mi" literatura-. Me servirían de gran ayuda sus conocimientos y su bibliografía. Creo que he dado con usted en facebook, pero no estoy seguro.
ResponderEliminarSi está interesado en ponerse en contacto conmigo -soy de Madrid, aunque por motvios de estudios ahora vivo en Burdeos- y me encantaría hablar con usted. Mi correo es fgcastellano@yahoo.es
Destaco que todo loq e trato de trabajar es música popular, la música culta me queda muy grande y no me gustan demasiado las máquinas.
Muchas gracias, y un cordial saludo.